POR DÁNICA COTO /AP
PUERTO PRÍNCIPE
Los manifestantes incendiaron neumáticos y derramaron aceite en las calles de la capital de Haití hoy al reanudar las protestas para exigir la renuncia del presidente Jovenel Moïse, pocas horas después del asesinato a disparos de un periodista.
Nadie ha sido arrestado en relación con la muerte del reportero Néhémie Joseph de Radio Méga, que había estado cubriendo las protestas y fue hallado sin vida en el interior de su auto anoche en el poblado de Mirebalais, al noreste de Puerto Príncipe, de acuerdo con Radio Visión 2000.
En un mensaje publicado en Facebook a finales de septiembre, Joseph denunció que un par de políticos lo habían amenazado al final de uno de sus programas y lo acusaron de incitar las protestas. Sin embargo, se desconoce si ese habría sido el motivo de su muerte.
Se trata del tercer periodista haitiano que es asesinado en menos de dos años. El reportero Pétion Rospide, de Radio Sans Fin, murió a tiros en junio mientras conducía a casa y el periodista independiente Vladjimir Legagneur desapareció en marzo de 2018 cuando realizaba actividades relacionadas con su trabajo.
El asesinato más reciente se registra durante un incremento en la violencia en la capital haitiana y la zona conurbada y en medio de protestas que han dejado cerca de 20 muertos y casi 200 heridos y han paralizado al país desde hace un mes aproximadamente. Los negocios permanecen cerrados y se estima que dos millones de niños no han podido acudir a la escuela, de acuerdo con Naciones Unidas.
«Es una situación mucho muy grave», declaró Michèle Pierre-Louis, una ex primera ministra y que integra la organización no gubernamental FOKAL. «Nadie habla realmente sobre el sufrimiento de la gente. Las consecuencias son terribles».
A inicios de esta semana, el presidente anunció la creación de una comisión que tendrá la tarea de hallar una solución a la crisis, pero líderes de la oposición han rechazado su llamado al diálogo y a la unidad. La oposición y sus partidarios exigen la renuncia de Moïse, molestos ante la corrupción, una inflación creciente y la carencia de productos básicos en Haití, entre ellos combustible.
Muchos también han hecho un exhorto a una investigación más profunda después de un reporte del Senado de Haití que acusa a exfuncionarios de alto rango en el gobierno del expresidente Michel Martelly de malversar al menos 2.000 millones de dólares en fondos vinculados con un programa de subsidio de crudo venezolano que estaban destinados al financiamiento de programas sociales.
El reporte también involucra una compañía que fue propiedad del actual presidente. Moïse, a quien Martelly eligió personalmente como su sucesor, ha negado las acusaciones.