Por GABRIELA SELSER /AP
MANAGUA
El líder universitario Lesther Alemán, quien confrontó al presidente Daniel Ortega en el primer diálogo nacional en 2018, regresó hoy a Nicaragua después de un año de exilio en Estados Unidos.
Alemán, de 21 años, aterrizó en un vuelo comercial procedente de Miami y fue recibido en el aeropuerto “Sandino” de Managua por dirigentes estudiantiles, líderes de la oposición y gran cantidad de periodistas.
En declaraciones a los reporteros, Alemán indicó que no descarta riesgos. “La decisión ha sido totalmente personal y no estoy animando a nadie a regresar, porque la represión en el país continúa”, afirmó.
“Sé que el riesgo es altísimo para mí pero eso no me detiene. Volveré a tomar parte de los espacios donde he estado en Nicaragua”, agregó.
Lesther Alemán era estudiante de cuarto año de periodismo cuando estallaron las protestas sociales el 18 de abril de 2018. Se convirtió en una figura mediática a partir del 16 de mayo, cuando conminó en público a Ortega a renunciar durante la primera sesión del diálogo nacional televisada en vivo.
«Esta no es una mesa de diálogo, es una mesa para negociar su salida y lo sabe bien… ¡Ríndase!”, le dijo ese día el universitario al veterano exguerrillero.
En septiembre de 2018, tras varios meses viviendo en “casas de resguardo” (clandestinas), Alemán denunció que la policía lo buscaba para detenerlo y huyó a Costa Rica por “puntos ciegos” de la frontera sur.
El joven dijo que ingresó este lunes a Managua sin restricciones, aunque los funcionarios de Migración le hicieron varias preguntas. “Ellos demoraron en sellar el pasaporte y me preguntaron por el sello de salida”, comentó sin revelar detalles de cómo abandonó el país.
Sobre la situación de Nicaragua, afirmó que “nada está normal”. Si así fuera, “quienes vendrían a recibirme serían mis padres y yo tomaría un taxi hacia mi casa, pero eso no lo puedo hacer”, comentó.
Aseguró que seguirá “luchando por la justicia y la democracia” e instó al gobierno de retomar las negociaciones y el diálogo con la oposición para resolver la crisis política en el país.
Otros opositores exiliados regresaron al país en las últimas semanas, entre ellos el politólogo Félix Maradiaga y los comunicadores Aníbal Toruño y Jaime Arellano. Los dos primeros denunciaron posterior persecución y asedio de elementos paramilitares.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 328 personas murieron, más de 2.000 resultaron heridas y otras 700 detenidas durante las protestas que fueron sofocadas por policías y paramilitares en 2018. Además, al menos 70.000 nicaragüenses abandonaron el país a causa de la crisis.
El gobierno asegura que las protestas fueron organizadas por la oposición como parte de un “fallido golpe de Estado” con apoyo de Estados Unidos y que le ha causado daños millonarios a la economía.