El Congreso conocerá hoy un dictamen de la Comisión Legislativa de Reformas al Sector Justicia que pretende colocar al Consejo de la Carrera Judicial y las promociones y ascensos, bajo el control del Presidente de turno de la Corte Suprema de Justicia, cargo que siempre ocupa alguno de los magistrados que conforman la mayoría a cargo de la captura de todo el sistema, justo cuando la Corte de Constitucionalidad ha resuelto que ese Consejo tiene que aportar las calificaciones de los funcionarios judiciales que aspiran a alguna de las magistraturas del país.
La velocidad del dictamen y la forma acelerada en que fue incluido en la agenda para la sesión de hoy ha encendido todas las alarmas porque se sabe que de este Congreso no se puede esperar nada bien hecho y que, tras el freno que la CC puso al ya adelantado proceso encaminado a preservar la captura del Sistema de Justicia, algo tenía que hacer el Pacto de Corruptos que necesita a toda costa asegurar la persistencia del régimen de impunidad. Pacto que, es necesario decirlo, no está conformado sólo por diputados como alguna gente cree porque ellos son los que más dan la cara, sino por todos aquellos que se ven sentados en banquillos de acusados luego del avance que hubo (y que fue sepultado) en la lucha contra la corrupción en Guatemala.
En el proyecto se aborda el cambio de la Presidencia del Consejo de la Carrera Judicial, pero mediante una enmienda de curul se proponen, si logran los votos suficientes, ampliar las reformas de manera que se elimine la calificación que el Consejo tiene que hacer de los funcionarios del Sistema de Justicia que aspiran a alguna de las magistraturas.
Diputados de diversas bancadas han alertado de la existencia de un plan macabro para aprovechar que la gente se distrae con temas que surgen “casualmente”, como la parranda en centros carcelarios. No sería la primera vez, en que el actual Congreso se dispone a aprobar leyes que tienen siniestra finalidad y por ello la ciudadanía tiene que estar atenta porque seguramente que se vienen situaciones que pueden agravar la crisis en el país.
Los tentáculos del Pacto de Corruptos son abundantes y extensos porque están en distintos estratos de la sociedad que fueron alcanzados por las investigaciones de la CICIG y que hacen denodados esfuerzos por asegurar que en las distintas instancias sus casos vayan siendo desestimados o simplemente se les absuelva y la amañada elección de magistrados de Sala de Apelaciones y de la Corte Suprema era vital para ello.