Edgar Villanueva
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Hoy haré una pausa de los artículos que me tracé escribir hace un mes. Detendré las sugerencias a las diferentes carteras del próximo Gobierno para abordar un suceso acaecido esta semana, del que he escrito en repetidas ocasiones y que ha quedado sin solución, produciendo hace unos días una nueva tragedia nacional.
Esta semana dos infantes de marina y un oficial de la Marina de la Defensa Nacional fueron ejecutados por pobladores de Semuy II, en El Estor, Departamento de Izabal. Ha trascendido que el incidente sucedió mientras los soldados patrullaban esa zona tras seguir el rumbo de un avión no identificado que potencialmente llevaba drogas. Asimismo, existen dos versiones sobre la razón que los llevó a ser copados por la población: la primera, que un grupo de narco traficantes los atacó y en presencia de la comunidad los ejecutó, y la segunda, que fueron los mismos pobladores quienes los ajusticiaron por confundirlos con fuerzas de seguridad que estaban ahí para desalojarlos. En mi opinión, ambas requieren de una respuesta fuerte y contundente por parte del Estado.
Desde hace varios años grupos comunitarios, alcaldes, organizaciones de sociedad civil y empresarios han denunciado la falta de presencia estatal y aplicación de la ley en el área del Valle del Polochic. Asimismo, más recientemente varias organizaciones gremiales y la propia Policía Nacional Civil han manifestado su preocupación por una convivencia, a veces obligada y a veces cómoda, entre intereses de grupos de crimen organizado transnacional y liderazgos comunitarios locales. Yo he escrito con anterioridad que se debe de hacer un esfuerzo por identificar a los liderazgos comunitarios ajenos al crimen organizado y proteger su actividad legítima, y esta tragedia, me confirma que también se tiene que proceder en contra de aquellos que se escudan en la reivindicación social para proteger intereses espurios y criminales.
En paralelo, el Gobierno debe de aprovechar el Estado de Sitio para llevar presencia estatal al Valle del Polochic. En estos momentos es tan necesaria la presencia del Mindef y la PNC, como la construcción y reparación de escuelas y centros de salud para la población vulnerable de esa área. De igual manera, hay un elemento fundamental para avanzar con la estabilización de esa región inmediatamente: se debe de crear una comisión especial para el pronto desalojo de las invasiones ilegales existentes y para darle una solución integral a los conflictos relacionados con la tenencia de tierra. Si logramos devolver la productividad y el empleo en la región, y al mismo tiempo, damos alternativas al acceso a la tierra, estaremos quitándole al crimen organizado y a los malos liderazgos locales un bastión importante.
Retomar el control de la región del Polochic no es fácil, pero es necesario. De igual manera, enviaría un buen mensaje a la población local que se encuentra entre la espada (el narco) y la pared (la pobreza) y los liberaría de pseudo líderes comunitarios que lo único que buscan es el beneficio de criminales.