Por DAVID McHUGH
BIARRITZ, Francia
Agencia (AP)
En medio de un panorama cada vez más sombrío, el presidente de Francia Emmanuel Macron clausuró ayer la cumbre del G7 con una escueta declaración en la que los mandatarios de las democracias más ricas del planeta se comprometieron con “un comercio mundial abierto y justo y con la estabilidad de la economía global”.
La sección de cuatro oraciones dedicada a la agenda comercial en la declaración final de la cumbre se elaboró en medio de la incertidumbre causada por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que ha desacelerado el comercio entre ambas naciones y entorpecido la producción industrial y la inversión. Macron, quien redactó el documento de una página basándose en las posturas de los otros seis mandatarios, elogió la “gran unidad y el espíritu positivo de los debates” entre los líderes participantes.
La declaración de unidad manifiesta entre los líderes de las naciones responsables del 40% del PIB mundial al menos presentó un contraste respecto a la situación presentada durante el comunicado final de la cumbre del G7 del año pasado en Canadá, la cual fue criticada por Trump mientras se dirigía a una visita a Corea del Norte.
Macron dijo en su conferencia de prensa final que “las discusiones entre China y Estados Unidos han desencadenado incertidumbre y causado problemas a inversionistas y mercados, creando tensiones. Lo vemos en varios mercados bursátiles”.
“La pregunta es, ¿cuál será el resultado de estas discusiones? Esperamos en gran medida que se alcance un acuerdo entre las dos principales potencias económicas. El presidente Trump ha indicado claramente su voluntad de concretar un acuerdo, y hemos visto señales muy positivas durante las últimas horas de discusiones aquí”.
Sin embargo, el tono más cortés de la cumbre del G7 2019 podría no ocultar el hecho de que Trump y los mandatarios que han criticado sus políticas comerciales, como el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, simplemente acordaron expresar sus posturas sin dar más vueltas al asunto, reforzando la premisa de que lidiar con las distracciones resultantes del conflicto comercial simplemente será una parte de la economía a la que inversionistas y ejecutivos comerciales deberán acostumbrarse a partir de este momento.
El comunicado omitió mencionar asuntos económicos fundamentales, como si los países deberán aplicar un mayor estímulo con gasto público, aunque algunos de esos temas fueron tratados durante un encuentro entre ministros de finanzas en julio pasado. Sin embargo, toda la declaración, incluyendo el apartado comercial y los párrafos sobre Irán y el conflicto de Rusia con Ucrania, fue de apenas 263 palabras, o más o menos de la misma longitud que los dos párrafos dedicados a materia comercial en la declaración de la cumbre del año pasado.