Por JOE McDONALD Associated Press
SHENZHEN, China (AP) —
El fundador del gigante tecnológico chino Huawei dijo hoy que no espera que Estados Unidos rebaje las sanciones por el clima político en Washington, pero se mostró confiado en que la empresa supere la situación porque está desarrollando su propia tecnología.
Ren Zhengfei señaló que no quiere un alivio de las sanciones estadounidenses si eso supone que China tiene que hacer concesiones en su guerra arancelaria, aunque signifique que su hija, que está bajo arresto domiciliario en Canadá por cargos en Estados Unidos, enfrente una batalla legal más larga.
En una entrevista en el creciente y frondoso campus de la sede de la firma en Shenzhen, en el sur de China, Ren, de 74 años, señaló que Huawei espera que Estados Unidos mantenga los límites a las ventas de tecnología pese a que ayer se anunció una segunda moratoria de 90 días. Nadie en Washington se arriesgará a defender su empresa, agregó.
El mayor impacto lo sufrirán las firmas estadounidenses que venden chips y otros componentes a Huawei, que es el mayor fabricante de equipos de red para empresas de telefonía, apuntó Ren.
Washington puso a Huawei en una «lista de entidades» de empresas extranjeras que necesitan permisos oficiales para adquirir tecnología estadounidense.
«Que la ‘lista de entidades’ se amplíe o no, no tendrá un impacto significativo en el negocio de Huawei», dijo Ren. «Lo podemos hacer bien sin depender de las empresas estadounidenses».
Huawei Technologies Ltd., la primera empresa tecnológica global de China, está en el centro de una batalla comercial y tecnológica que amenaza con sumir a la economía mundial en la recesión. Las autoridades estadounidenses acusan a la empresa, que es el segundo mayor vendedor de smartphones, de robar tecnología y de facilitar el espionaje chino, acusaciones que Huawei niega.
La directora financiera del grupo, Meng Wanzhou, que es la hija de Ren, lucha contra su extradición de Canadá a Estados Unidos para enfrentar cargos relacionados con una posible violación de las sanciones comerciales a Irán. Beijing detuvo a dos canadienses en un posible intento de obligar al país a dejarla en libertad.