POR ALAN FRAM /AP
WASHINGTON
Los demócratas presionaban hoy desde varios frentes al presidente Donald Trump y al líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, para que tomaran medidas para contener las armas de fuego y a supremacistas blancos después de los dos tiroteos de este mes.
No era claro si tendrían algún impacto las medidas de los demócratas entre los jefes republicanos de la capital. Tanto Trump como McConnell han expresado una mayor disposición a aprobar medidas no especificadas que impongan límites a las armas de fuego tras los tiroteos consecutivos en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, pero sus decisiones se basarán en la opinión de los republicanos, no las tácticas de presión de los demócratas.
Aun así, las medidas de los demócratas enfatizan un acercamiento a un tema que en gran parte los une _ una respuesta a las masacres que dejaron a 31 personas muertas _, y un alejamiento del dilema sobre si destituir a Trump, un tema muy divisorio entre los demócratas.
El martes, el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, pidió que Trump desviara 5 mil millones de dólares que quiere para construir el muro en la frontera sur para investigar tanto el terrorismo nacional como la violencia con armas de fuego.
“Los dos golpes de violencia con armas de fuego y extremismo supremacista blanco violento en este país son sencillamente una amenaza a la seguridad nacional, y es hora de que el gobierno de Trump y los republicanos en el Congreso comiencen a abordarlos como tal”, dijo Schumer en un comunicado.
El acusado en el tiroteo de El Paso, Patrick Crusius, de 21 años, dijo a las autoridades que su intención era matar mexicanos.
Algunos legisladores demócratas planeaban una conferencia de prensa para pedirle a McConnell que permitiera que se votara en el Senado sobre una ley aprobada por la cámara baja que requeriría la averiguación de antecedentes delictivos para casi cualquier compra de armas.
Y la Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara baja, dirigida por los demócratas, considera una votación a principios de septiembre sobre una legislación de control de armas de fuego, según personas familiarizadas con los planes del panel que hablaron bajo la condición de anonimato porque no estaban autorizados para hablar del tema.