Actividad solar. Foto la hora: UNIVERSIDAD DE SHEFFIELD / Europa Press/dpa.

MADRID
Agencia dpa / (Europa Press) –

Astrónomos han descubierto evidencia observacional novedosa de pulsos de ondas energéticas frecuentes del tamaño del Reino Unido, llevando energía desde la superficie a la atmósfera solar superior.

Las ondas de plasma magnéticas y los pulsos han sido ampliamente sugeridos como uno de los mecanismos clave que podrían responder a la pregunta de por qué la temperatura de la atmósfera solar aumenta dramáticamente, de miles a millones de grados, a medida que te alejas de la superficie solar.

Se han presentado muchas teorías, por ejemplo, calentar el plasma mediante ondas magnéticas o plasma magnético, pero la validación observacional de la ubicuidad de un mecanismo de transporte de energía adecuado ha resultado difícil hasta ahora.

Mediante el desarrollo de enfoques innovadores, los matemáticos aplicados en el Centro de Investigación de Física Solar y Plasma Espacial (SP2RC) en la Escuela de Matemáticas y Estadística de la Universidad de Sheffield y la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, han descubierto evidencia observacional única de abundantes pulsos de onda energéticos, –llamadas ondas o pulsos de Alfvén en homenaje al el premio Nobel Hannes Alfvén–, en la atmósfera solar.

Se ha encontrado que estos pulsos Alfvén de corta duración se generan por remolinos de plasma fotosférico prevalentes del tamaño de las Islas Británicas, que se sugiere alcanzan en número promedio simultáneo de 150 mil en la atmósfera solar.

El profesor Robertus Erdélyi (alias von Fáy-Siebenbürgen), jefe de SP2RC, dijo: «Los movimientos giratorios están en todas partes del universo, desde hundir agua en grifos domésticos con un tamaño de centímetros, hasta tornados en la Tierra y en el Sol, chorros solares y galaxias espirales con un tamaño de hasta 520 mil años luz. Este trabajo ha demostrado, por primera vez, la evidencia observacional de que los remolinos ubicuos en la atmósfera solar podrían generar pulsos Alfvén de corta duración.

«Los pulsos de Alfvén penetran fácilmente en la atmósfera solar a lo largo de tubos de flujo magnético en forma de cilindro, una forma de magnetismo un poco como los árboles en un bosque. Los pulsos podrían viajar hacia arriba y llegar a la parte superior de las capas cromosféricas solares, o, incluso más allá.»

Los pulsos de Alfvén son actualmente muy difíciles de observar directamente, ya que no causan concentraciones de intensidad local o rarefacciones mientras hacen su viaje a través de un plasma magnetizado. Es difícil distinguirlos observacionalmente de algunos otros tipos de modos de plasma magnético, como las conocidas ondas de plasma magnéticas transversales, a menudo llamadas pulsos retorcidos.

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