WASHINGTON
AP
Con la expiración ayer de un histórico acuerdo sobre control armamentista, Estados Unidos anunció sus planes para probar un nuevo misil en medio de preocupaciones sobre amenazas emergentes y nuevas armas.
Funcionarios estadounidenses dijeron que ya no están atados de manos y que ahora podrían desarrollar sistemas armamentistas antes prohibidos en el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) concertado con Rusia. Ambas partes intercambiaron acusaciones de violar ese pacto que data de la Guerra Fría. El tratado también suscitó críticas porque no incluía a China ni tecnología de misiles inexistente hace una generación.
Con el fin del tratado surgen nuevas dudas de si ambos países ampliarán la vigencia de un acuerdo sobre armas nucleares de largo alcance cuya expiración está prevista para 2021. El presidente Donald Trump dijo que sostiene discusiones con China y Rusia para alcanzar un nuevo acuerdo para reducir las armas nucleares.
“Y les digo que China está emocionadísima de conversar sobre el asunto igual que Rusia”, declaró Trump a la prensa. “Así pues, me parece que tendremos un acuerdo en algún momento”.
El gobierno de Trump, que avisó el 2 de febrero con seis meses de anticipación su salida del tratado, afirmó reiteradamente que Rusia violaba las disposiciones del pacto. El presidente Barack Obama hizo acusaciones similares.
“Estados Unidos no continuará siendo parte de un tratado que Rusia viola deliberadamente”, declaró el secretario de Estado, Mike Pompeo, al anunciar el retiro formal, y describió un sistema ruso de misiles prohibido en el acuerdo como una “amenaza directa contra Estados Unidos y nuestros aliados”.
El fin del INF, en momentos en que varias potencias mundiales intentan contener la amenaza nuclear de Irán y Corea del Norte, se inscribe en el continuo deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
«La denunciación del tratado INF confirma que Estados Unidos ha emprendido la destrucción de todos los acuerdos internacionales que no le convienen por una razón u otra», dijo el viernes el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado. “Esto lleva al desmantelamiento del sistema de control de armas existente”, agregó.
Un alto funcionario estadounidense restó importancia al próximo disparo de prueba del misil estadounidense y señaló que no había intención de una provocación. El funcionario, que no estaba autorizado a hacer declaraciones sobre el ensayo, señaló que Estados Unidos está a “años de distancia” de desplegar con eficacia armas antes prohibidas en el acuerdo.