Jorge Santos

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Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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Por Jorge Santos

Walter Benjamin describe, “Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En ese cuadro se representa a un ángel que parece a punto de alejarse de algo a lo que mira fijamente. Los ojos se le ven desorbitados, tiene la boca abierta y además las alas desplegadas. Pues este aspecto deberá tener el ángel de la historia. Él ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde ante nosotros aparece una cadena de datos, él ve una única catástrofe que amontona incansablemente ruina tras ruina y se las va arrojando a los pies. Bien le gustaría detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destrozado. Pero, soplando desde el Paraíso, una tempestad se enreda en sus alas, y es tan fuerte que el ángel no puede cerrarlas. Esta tempestad lo empuja incontenible hacia el futuro, al cual vuelve la espalda mientras el cúmulo de ruinas ante él va creciendo hasta el cielo. Lo que llamamos progreso es justamente esta tempestad”.

El Modelo de Estado y de Desarrollo en el país, ha sido fundado para garantizar privilegios, en detrimento de las grandes mayorías. Estos modelos organizados sobre la expoliación de la fuerza de trabajo, sobre el uso extensivo de la tierra, sobre la exclusión e inequidad, así como sobre la corrupción e impunidad, es y ha sido la constante en la historia patria. Sin embargo, este modelo agotado ha sido fracturado en múltiples oportunidades, situación que no es del agrado de las élites parásitas que han vivido de este sistema opresor.

Estas fisuras en el sistema de privilegios han sido, importantes logros que permitirían irlo transformando. Estas fisuras han significado la posibilidad entre otras cosas que los históricamente excluidos, no solo demandan acciones tendientes a la garantía de sus derechos humanos, sino que en algunos casos tengan importantes triunfos que antes eran imposibles de alcanzar. Estas fisuras permitieron que el Sistema de Justicia en el país llevara a tribunales a personajes vinculados a ese pequeño grupo que ostenta el poder y que a través de él han abusado del mismo, han cometido arbitrariedad y han cometido graves violaciones a derechos humanos.

Sin embargo, las fisuras, constituidas en heridas, han producido una reacción violenta, que incluye acciones que rompen su propio orden, se han constituido en un refrito de pacto, tan añejo como sus aspiraciones espurias.

Este pacto, en donde se encuentran miembros de los ocho grupos familiares corporativos, pretenden seguir parasitando a costas del empobrecimiento; miembros del poder militar quienes instrumentalizados por los primeros han cometido incontables horrores contra la población, ejerciendo la mayor de las violencias para el mantenimiento de la riqueza espuria del poderoso económicamente.

De esa cuenta, es que este pequeño grupo, hoy popularmente denominado Alianza Criminal, haciendo un símil a 1954 pretende hacernos retroceder a un pasado que ya nadie desea vivir. Estará en nuestra capacidad de articulación social y popular no permitirles que en 2019, nos arrastren hacia su anacrónica, explotadora y atrasada visión del Estado.

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