Douglas Abadía

douglas.abadia@gmail.com

Politólogo, asesor y consultor político, miembro de Analistas Independientes de Guatemala, Docente Universitario.

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Lic. Douglas Abadía Cárdenas
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Según el portal oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se llama pandemia a la propagación mundial de una nueva enfermedad.

Para que una enfermedad pueda calificarse de pandemia debe tener un alto grado de infectabilidad, cierta mortalidad y un fácil contagio de una zona geográfica a otra.

A lo largo de la historia de la humanidad, nos hemos enfrentado a diversas pandemias como la viruela, sarampión (de reciente contagio en el país), gripe española, SIDA, la Plaga de Justiniano, la peste negra, cólera, tercera pandemia, gripe de Hong Kong y Tifus, entre muchas más que han dejado millones de muertes alrededor del mundo.

Guatemala no ha sido ajena al impacto de algunas pandemias que han traído dolor y sentimientos variados, en la historia reciente hemos sido impactados por el dengue, dengue hemorrágico, AH1N1 chikunguya y zika.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que pueda aparecer una pandemia es necesario que aparezca un nuevo virus, o una nueva mutación de uno ya existente, que no haya circulado anteriormente y que la población no sea inmune a él, que el virus sea capaz de producir casos graves de la enfermedad, con una mortalidad significativa y que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona de forma eficaz, provocando un rápido contagio entre la población.

En el 2018 nos enfrentamos a un patógeno desconocido que provoca enfermedades humanas llamada Enfermedad X, la cual puede surgir a través de un accidente o un acto terrorista planificado. La fiebre de Lassa está actualmente azotando a Nigeria y parte de Ruanda en África.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que una pandemia entre moderada y grave costaría 570 mil millones de dólares. «El 0.7% de la riqueza del planeta».

Una epidemia de extrema gravedad, como la peste negra, la mayor plaga de la historia, deduciría unos cuatro billones de dólares.

Para el caso guatemalteco esto viene a ser la guinda al pastel en caso de vernos afectados por la Enfermedad X, pues año con año se vienen acumulando amenazas como el dengue, dengue hemorrágico, zika, etc. ante las cuales nuestra capacidad institucional a nivel público no puede hacerle frente a tales amenazas de vasta envergadura.

Cabe recomendar a la población implementar medidas de prevención ante tales pandemias, de igual manera a informarse para evitar muertes innecesarias.

No cabe duda que los seres humanos somos tan vulnerables a la muerte, el mundo actual trae inherente a su naturaleza múltiples amenazas en parte ocasionadas por fenómenos antrópicos, los mecanismos de dependencia y dominación van mutando para cumplir sus objetivos.

Finalmente, cabe mencionar el importantísimo papel de la comunidad internacional organizada que está disponible para servir al mundo antes, durante y después de una emergencia sanitaria.

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