Es pasmosa la forma en que se retuerce el idioma con tal de salir en caballo blanco y seguir con el engaño a la población de Guatemala. Ayer el Ministro de Gobernación dijo que Guatemala no sufrió amenazas de Trump y usó la palabra recomendaciones para referirse a la advertencia de que elevaría aranceles, establecería el impuesto a las remesas y que prohibiría que guatemaltecos viajaran a Estados Unidos. ¿En qué contexto se puede entender todo eso como una recomendación y no como una ofensiva y grave amenaza al país y a todos sus habitantes?
El mismo juego de palabras es el que se utilizó para disfrazar el acuerdo de Tercer País Seguro, pero Trump, que no se anda con menudencias, lo identificó claramente como lo que él quería y necesitaba que se firmara de manera sumisa y abyecta. Ahora resulta que, según las palabras de Degenhart y la canciller Jovel, tenemos que estar agradecidos por el compromiso suscrito.
Resulta que según el Ministro Guatemala está resolviendo un problema de un agujero legal que tiene Estados Unidos para enfrentar la crisis de la migración y nuestro país, tan de al pelo, se ha ofrecido para facilitar que ese agujero legal en el tema de los refugiados deje de serlo. Pero lo que no terminan de explicar es de qué manera lo vamos a hacer nosotros ni, mucho menos, cuál será el costo de nuestra graciosa colaboración con los Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, que necesita de un pequeño “shit-hole country” para salir de un atolladero.
Agreden al Procurador de los Derechos Humanos porque está en una línea distinta, pero no usan el mismo tono abusivo para rechazar las palabras de Trump llamando Tercer País Seguro al acuerdo que firmaron. Y en esto quien lleva razón es Trump porque por más que ellos hayan negociado usar otra denominación, el presidente de Estados Unidos necesita que le sirva políticamente, es decir que tras la sarta de amenazas groseras, hizo que Guatemala firmara ese ominoso documento.
No hay forma en que puedan explicar las cosas más que prolongando el pretendido engaño. Debieran darse cuenta que ya no engañan a nadie, que su juego fue destapado por el mismo Trump y que lo que hicieron fue colocar a Guatemala como hazmerreír del mundo al calificarnos como país seguro cuando está demostrado que estamos muy lejos de eso. Y por ello niegan que quienes pasen por Guatemala en busca de refugio en EUA deben solicitarlo desde aquí y aguardar aquí la resolución sobre su caso.
