Por Margarita Girón
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Las cifras de las deportaciones de guatemaltecos desde México y Estados Unidos del primer semestre del 2019 han aumentado con relación al mismo período de 2018. Según el Instituto Guatemalteco de Migración, al 9 de julio, 30 mil 280 guatemaltecos fueron retornados al país desde Estados Unidos.
Mientras 26 mil 796 fueron retornados desde México hasta el 8 de julio, esta cifra sumada a los retornos desde Estados Unidos suma 57 mil 76 deportaciones durante el 2019, lo que equivale a un 60 por ciento de los guatemaltecos reportados por el IGM durante el 2018.
En las últimas semanas, las declaraciones de Trump sobre posibles deportaciones masivas han incrementado la incertidumbre en cuanto a la situación de las personas migrantes en condición irregular en los Estados Unidos.
El presidente Donald Trump suspendió temporalmente una operación nacional para deportar a personas que viven ilegalmente en Estados Unidos, incluidas familias; sin embargo reiteró que las medidas iniciarían luego del 4 de julio.
A esto se suman las declaraciones de Ken Cuccineli, director Interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS en inglés), quien explicó a periodistas locales que la redada o deportación masiva de migrantes que el presidente Donald Trump anunció que ocurriría hace tres semanas sí se realizará, sin especificar cuándo empezarían, aunque medios estadounidenses señalan que podría ser a partir del 14 de julio.
Ante esto, expertos en migración y analistas opinaron que el país no cuenta con las condiciones para atender a los migrantes en situación de retorno, pues no existen planes que velen por la reinserción social y laboral de los connacionales y las acciones del Estado en este tema no son concretas.
PREOCUPACIÓN ANTE AUMENTO EN DEPORTACIONES ES GRANDE
Cynthia Loría, representante de fundación Avina en Guatemala, quien además lidera el programa GuateTeIncluye, enfocado en la reinserción social y laboral de los guatemaltecos retornados, dijo que la noticia de estas deportaciones masivas genera una preocupación muy grande pues, se sabe que en el país no hay condiciones para quienes llegan retornan y en una cantidad mayor representa un reto más grande para un país que no se preocupa por los migrantes.
Loría destacó que no es posible visibilizar algún plan concreto que el Gobierno tenga para atender a este sector de la población y a decir de la experta, una de las posibilidades es que estas personas al retornar y no contar con las condiciones para permanecer en el país, intenten migrar nuevamente pese a los riesgos.
De acuerdo con Loria, quienes decidan quedarse también son vulnerables a vincularse con estructuras criminales ante la falta de opciones que les permitan tener una vida con las condiciones adecuadas en el país.
“Se necesita reconocer que no vamos a asumir las consecuencias de la migración ahora y es necesario ver de qué manera se atiende el tema de la deportación con lo que tenemos”, puntualizó Loría.
ACCIONES DEL ESTADO NO SON CONCRETAS
Jahir Dabroy, analista e investigador de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), señaló que el aumento en las deportaciones es una tendencia que se mantiene desde 2008 durante el mandato de Barack Obama.
“En 2008 empezamos a ver picos muy fuertes en las deportaciones y desde ese entonces no hemos tenido ninguna acción concreta por parte del Estado guatemalteco para tratar de atender el problema”, destacó Dabroy.
Además, añadió que existe un protocolo desde 2011 en donde se establece el tipo de atención para las personas que retornan pero este no se cumple ya que no están institucionalizados los procesos.
El investigador destacó que existen deficiencias en torno a la atención a los guatemaltecos retornados y es notable una ausencia del Estado en todos los niveles. Dabroy puntualizó que para el Estado el tema de la situación de los migrantes resulta ajeno, sumado a que la realidad que ellos dejaron cuando partieron no es la misma que encontrarían al volver.
En el tema de las remesas, el analista indicó que ante un aumento en las deportaciones podría observarse un disparo en el envío de remesas al país, pero estos serían momentáneos pues no ingresaría constantemente la misma cantidad de divisas.
“Yo creo que sí nos enfrentamos a una crisis sobre todo y dependemos mucho de lo que decida Estados Unidos respecto a definir a Guatemala como un Tercer País Seguro porque si Estados Unidos quiere tener una contención generando las condiciones para que el país lo sea, a Guatemala le hace falta muchísimo”, puntualizó.
A decir del investigador, Guatemala sería un agujero de contención en Centroamérica para los migrantes pero no hablaría de términos reales en cuanto a lo que significa ser un Tercer País Seguro.
SIN REMESAS, ECONOMÍA SE VERÍA AFECTADA
Boris Ochoa, un migrante guatemalteco residente en Nueva York dijo que actualmente el Gobierno es el menos indicado para poder afrontar una crisis ante el posible aumento en las deportaciones.
El connacional detalló que en Estados Unidos los migrantes se encuentran temerosos ante las posibles redadas, “nuestra gente vive atemorizada acá de que en cualquier momento agentes de Migración toquen a su puerta. Sobre todo la gente que tiene procesos abiertos en las cortes y les han negado asilo pues muchos no aplican y quedan en proceso de deportación”, dijo Ochoa.
A decir, del entrevistado, el tema migratorio no ha sido prioridad ni para el presidente Morales ni su Gabinete y ante la llegada de más guatemaltecos deportados al país, se evidencia que no cuenta con las condiciones para atenderlos, porque las personas continúan migrando.
“Si las deportaciones aumentan veríamos una crisis en Guatemala porque el país no está preparado ni para recibirlos ni para atender y dar un buen futuro a estas familias para que no migren. Guatemala no puede generar empleo a quienes viven en el país y no han migrado mucho menos podrá hacerlo para los miles que retornan actualmente”, dijo el connacional.
En el tema de las remesas, el entrevistado dijo que al no tener los ingresos que actualmente se perciben en el país producto del trabajo de los guatemaltecos en Estados Unidos, la situación en el país se agudizaría aún más ante la ausencia de estos recursos.
GUATEMALA HA ACEPTADO IMPOSICIONES DE ESTADOS UNIDOS
Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT), señaló que como país, Guatemala no está preparada para atender una crisis en las deportaciones pues en muchos casos, los connacionales retornan a comunidades rurales que el mismo Estado no atiende.
“La situación puede agravarse si estas comunidades no reciben más remesas y si quienes migran adquieren deudas para financiar ese viaje, además de una demanda mayor en términos de empleo y de inversión por parte del Estado y sabemos que esas condiciones no están presentes actualmente”, dijo.
Roldán también se refirió a la pasividad del Gobierno destacando que no solo se pronuncian escasamente sino que aceptan todo tipo de imposición que venga de la Casa Blanca de Estados Unidos, “esa ha sido su política y no creo que la cambien en estos últimos meses que quedan del mandato de Morales”, dijo la experta.
PROTOCOLO PARA RECEPCIÓN DE MIGRANTES NO REPORTA CAMBIOS EN MIGRACIÓN
La Hora Voz del Migrante consultó al IGM si actualmente existe una política o plan de atención para los migrantes que sean retornados luego de las redadas masivas. Alejandra Mena, vocera de dicha institución indicó que las autoridades no preparan un plan para la atención de las personas; “por el momento continuamos con el mismo protocolo de recepción de retornados”, dijo Mena.
También se consultó vía WhatsApp a Carlos Narez, secretario del Consejo Nacional de Atención al Migrante (Conamigua), si tienen contemplando algún plan para atender a los retornados ante la posibilidad de estas redadas masivas anunciadas por el presidente Trump en Estados Unidos; sin embargo, al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.