Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria (MPI) en Washington D. C., una organización sin fines de lucro enfocada en el análisis de temas migratorios, explicó a “La Hora Voz del Migrante”, previo a que se conociera de la reunión que sostendrá el presidente Jimmy Morales y el presidente Donald Trump la próxima semana en la que se señala Guatemala firmará un acuerdo de Tercer País Seguro, las posibles consecuencias que existirían de concretarse el mismo.
Además el presidente del MPI, expresó en la entrevista que resulta irónico que un país como Guatemala sea considerado como “seguro”, si al final es uno de los mayores generadores de refugiados.
Selee es un destacado especialista, autor y coeditor de algunos libros, uno de ellos enfocado en estrategias de tanques de pensamiento. Es profesor adjunto de Gobierno en la Universidad Johns Hopkins y de asuntos internacionales en la Universidad George Washington, y ha sido profesor visitante en México.
La Hora Voz del Migrante: ¿Estados Unidos (antes del gobierno de Trump) ya había planteado la posibilidad de un acuerdo de Tercer País Seguro?
Andrew Selee: Las negociaciones del Tercer País Seguro iniciaron con México ya hace más de un año y sí había presiones por parte del Gobierno de EE. UU. y había cierta apertura del gobierno mexicano sobre en qué consistía el acuerdo, pero muy en secreto.
Cuando ganó Manuel López Obrador en México se suspenden las conversaciones y el Gobierno mexicano de Peña Nieto dijo que las negociaciones ya le tocaban al nuevo Gobierno porque ya no podían comprometer al Gobierno y ahí se quedó porque no querían ese acuerdo.
Pero entonces empiezan a hablar del que podrían firmar con México como alternativa, eso se concretiza después de que asumiera López Obrador que dijo que aceptaría a peticionarios de asilo, pero en Guatemala esto es nuevo hasta donde sé.
L.H.V.D.M.: ¿Qué se necesita para ser un Tercer País Seguro?
A.S.: Pues no hay muchos acuerdos de esta naturaleza, no son muchos. Hay uno de EE. UU. y Canadá y todo el mundo habla de que será como ese pero ese es uno muy parcial, el que quieren con Guatemala y México lo quieren muy completo pero no tenemos nada en claro.
Un convenio de este tipo reconocería a Guatemala o México como un lugar seguro para pedir asilo y si llegan más allá de ese país deben retornar y entonces ahí deben hacer su petición, entonces ya EE. UU., no recibiría a esos solicitantes porque esos países aceptaron a procesar los casos de quien pase.
Por eso los detalles importan porque el acuerdo de Canadá tiene exclusiones… pero no conocemos los detalles no los han hecho públicos.
L.H.V.D.M.: ¿Es esta solución a la crisis de la Frontera Sur?
A.S.: De hecho es una solución, pero no me queda claro que sea la mejor. No creo que lo sea, pero lo que sí hace es que descuadra a la gente, lo que EE. UU., es que la gente no llegue y pida asilo aquí porque dice que usan el asilo para quedarse.
Hay otra forma de cambiar eso por ejemplo que se arregle el sistema de asilo para que las decisiones se tomen rápido y que la gente no se quede si no tienen un caso fuerte. EE. UU. tiene esa capacidad, puede hacerlo, pero como es complicado hacer eso, prefieren que los gobiernos de Guatemala y México se hagan cargo para los procesos de asilo en la región.
Yo lo llamo “outsourcing del sistema de asilo”, que de alguna forma están pidiendo a Guatemala y México arreglar lo que EE. UU., no está dispuesto a corregir.
Lo veo problemático de ese lado, teóricamente esa idea no está mal porque Europa intentó hacer un protocolo parecido que era el protocolo de Dublín y el acuerdo era que si alguien llegaba a un país de la Unión Europea debía pedir asilo ahí, no podía pasar a otro lado, pero no funcionó porque toda la carga era para Grecia e Italia, entonces cuando vino el flujo de sirios este colapsó.
Eso es lo que pasa con Guatemala y México, quizá puedan disuadir a algunos de los migrantes de llegar, pero otros seguirán llegando y serán regresados y la carga termina en países que tienen menor capacidad y creo que no va funcionar a largo plazo.
L.H.V.D.M.: Entonces ¿Cómo se justifica que Guatemala busque ser un Tercer País Seguro, si la mayor cantidad de migrantes salen de aquí?
A.S.: Hay un poco de ironía en esto también, yo creo es muy difícil decir que Guatemala es un país seguro para refugiados si es un país generador de refugiados.
Yo creo que con México es más posible, aunque claramente tiene la presencia del crimen organizado ligados a los países centroamericanos entonces tampoco es tan claro que sea un país seguro para los que están huyendo de pandillas, pero Guatemala es aún menos creíble.
L.H.V.D.M.: ¿Qué consecuencias se esperarían de que se concrete la firma del convenio?
A.S.: Puede ser que lo vayan a firmar o puede ser que sea algo más limitado habría que conocer los detalles y ver qué es realmente.
No entiendo por cierto por qué el gobierno de Jimmy Morales quiere firmar esto tampoco, ¿cuál es el incentivo?, el problema con esto de que un Gobierno saliente lo firme es que esos acuerdos solamente funcionan si hay voluntad de los dos lados.
Lo que vimos en Europa es que cuando se vio que la carga quedaba en uno o dos países ya no tenían incentivos para seguir en el acuerdo, entonces no me queda claro que un Gobierno saliente en Guatemala va poder firmar un acuerdo que el futuro Gobierno vaya a respetar.
No sé qué tanta efectividad tenga un acuerdo firmado por un Gobierno saliente, pero bueno tampoco sé si logre sobrevivir en los Tribunales de EE. UU., porque alguien va meter algo de que Guatemala no es un país seguro, aunque firmen el acuerdo, pero habrá ver qué firman y qué excepciones tiene de si es de Tercer País Seguro o si solo es de Cooperación en migración que es una posibilidad.
Porque alguien va decir que la Mara Salvatrucha está en Guatemala o los grupos del crimen organizado que están, entonces no es tan claro que alguien que está huyendo de San Pedro Sula se va sentir bien en Guatemala, no es un país garante la posibilidad de que uno huya de un grupo delictivo que tiene presencia ahí yo lo veo difícil.
L.H.V.D.M.: ¿Qué cambios han notado en los flujos migratorios de otros años por ejemplo el 2018?
A.S.: Hay un incremento grande desde la Frontera con México a EE. UU., hay un incremento de casi el triple del flujo migratorio, entonces sí hay un cambio muy notable a mayo de este año, mayormente guatemaltecos y hondureños y en menor grado salvadoreños y mexicanos.
Entonces sí hay un cambio muy brusco en el flujo migratorio y empezó como en agosto de 2018 y ahí se empezó a ver y siguió.
L.H.V.D.M.: ¿Cómo se interpretan estas cifras de detenidos tan elevadas?
A.S.: Creo que son varias cosas, las caravanas cambiaron el modelo de tránsito y los incentivos de los traficantes de migrantes.
Entonces cuando se tiene una oferta mucho más extensa por parte de los polleros al mismo tiempo con las medidas fallidas de Trump en la Frontera de prohibir separar familias y prohibir ciertos tipos de asilo quedó muy evidente en la población centroamericana que no es tan difícil entrar en EE. UU., en estos momentos.
También el Gobierno mexicano aflojó el control fronterizo un período, obviamente hay causas de por medio, la gente ha salido por mucho tiempo porque las condiciones económicas y de seguridad son pésimas en muchas partes de Centroamérica, probablemente en el caso de Honduras y Guatemala hay un mayor pesimismo por la falta de soluciones políticas, pero estos cambios en las posibilidades de transitar a EE. UU., explican parte importante del cambio.
L.H.V.D.M.: ¿Entonces se puede hablar de una crisis política que esté involucrada en ese cambio del flujo migratorio?
A.S.: Honduras definitivamente está peor políticamente hoy que hace un año, Honduras sí está viviendo una crisis política aguda y Guatemala yo creo que se razonan temas de la CICIG y elecciones no muy prometedoras, entonces creo que no hay mucho optimismo, pero a diferencia de El Salvador ahí la población parece tener esperanzas, no soy partidario por supuesto, pero esperaban algo que Guatemala y Honduras no tenían.
Frases
“No entiendo por cierto por qué el gobierno de Jimmy Morales quiere firmar esto tampoco, ¿cuál es el incentivo?, el problema con esto de que un Gobierno saliente lo firme es que esos acuerdos solamente funcionan si hay voluntad de los dos lados”.
“No sé qué tanta efectividad tenga un acuerdo firmado por un Gobierno saliente, pero bueno tampoco sé si logre sobrevivir en los Tribunales de EE. UU., porque alguien va meter algo de que Guatemala no es un país seguro, aunque firmen el acuerdo, pero habrá ver que firman y qué excepciones tiene de si es de Tercer País Seguro o si solo es de Cooperación en migración que es una posibilidad”.
“Hay un poco de ironía en esto también, yo creo es muy difícil decir que Guatemala es un país seguro para refugiados si es un país generador de refugiados”.
ANDREW SELEE –PRESIDENTE DEL MPI-.