Por THANASSIS STAVRAKIS
ATENAS
Agencia (AP)
Muchas de las jugadoras del Hestia FC no podían jugar al fútbol o siquiera mirar los partidos en sus países de origen.
En Grecia, conforman el primer equipo de refugiadas del país. El Hestia cuenta con jugadoras de 14 países, incluyendo Siria, Afganistán, Irán, Irak, Eritrea y Etiopía.
Durante una práctica reciente, la fundadora del equipo Katerina Salta y su entrenadora transmitieron instrucciones con ayuda de un traductor que habla inglés, urdu, pashto, dari y farsi.
“El ambiente en el equipo es fantástico”, dijo Salta. “Yo comencé con este programa para empoderarlas, pero lo que ocurre en realidad es que cada día son ellas las que me empoderan a mí, con su voluntad y su determinación para seguir luchando por sus vidas, incluso en condiciones tan difíciles”.
Más de un millón de inmigrantes y refugiados cruzaron por territorio griego y hacia otras partes de Europa en 2015 y 2016. Grecia trata todavía de enfrentar una crisis de refugiados mediante una red de campamentos en cinco islas del Mar Egeo y en su territorio continental.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señala que había 76 mil 100 solicitudes pendientes de asilo en Grecia al cierre de 2018, en un reporte preparado para el Día Mundial de los Refugiados que se observa hoy.
El Hestia fue creado por el Olympic Truce Centre, una organización no gubernamental establecida en 2000 por el Comité Olímpico Internacional y la cancillería griega. El equipo participó en la Copa Mundial Global Goals realizada el mes pasado en Dinamarca. El certamen fue disputado por equipos de cinco integrantes, con el fin de promover la equidad de género.
Ninguna de las inmigrantes recibió permiso para viajar. El club fue representado principalmente por voluntarias griegas que accedieron a ocupar su lugar y que, de forma inesperada, ganaron el torneo.
“Es una reivindicación de nuestra lucha el conseguirles permisos de viaje”, dijo Salta. “Hacerles saber a cuánta gente inspiran”.