Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt
Esta semana el presidente Trump dijo que si a los migrantes no les gustan las condiciones en que son colocados en los centros de detención en Estados Unidos el asunto se resuelve sencillamente con que no lleguen a ese país, añadiendo posteriormente que de todos modos están mejor de cómo estaban en sus países y que los agentes de la patrulla fronteriza no son ni maestros ni enfermeros sino que simplemente una barrera para contener la migración. En otras palabras, la dignidad del ser humano no se valora en absoluto, aunque el mismo gobernante reconoce la gravísima situación que viven esos cientos de miles de personas que son, literalmente, expulsados de sus países por la miseria e inseguridad que tienen que soportar día a día.
Denigrar a los migrantes en los centros de detención para forzar a que los demócratas apoyen sus políticas contra la migración es en realidad una grosera y condenable forma de chantaje, sobre todo cuando ya quedó demostrado que hasta han muerto seres humanos en tales sitios por las pésimas condiciones existentes y que han dado lugar a serias críticas tanto dentro como fuera de los Estados Unidos.
Y el tema es de vital importancia para los guatemaltecos porque tristemente somos el país de Centroamérica que más migrantes está enviando diariamente a los Estados Unidos como resultado del aumento de la pobreza y la inseguridad en el país, producto todo ello de que nuestras autoridades se han concentrado en la realización de jugosos negocios en los que se reparten millonadas con la cómplice actitud de las élites que se benefician con la acumulación de los privilegios obtenidos gracias al jueguito de la cooptación del Estado mediante el financiamiento de las campañas políticas. Ese jueguito deja al margen de los intereses públicos el combate de la desnutrición y de la pobreza, mientras que se allana el camino para que los traficantes de drogas puedan aumentar su influencia en todo el territorio nacional.
Desafortunadamente el mismo gobierno de Trump ha sido parte de la conspiración para asegurar impunidad en nuestro país porque ha avalado las acciones de Morales en contra de instituciones como la CICIG y contra un Ministerio Público que había sido pieza clave de la lucha contra la corrupción. El papel de Estados Unidos ha sido clave en los avances del Pacto de Corruptos y nadie puede negar la estrecha relación que hay entre la migración y el deterioro de las condiciones de vida en Guatemala como resultado de la preeminencia de la Dictadura de la Corrupción, misma que sólo se centra en sus trinquetes, descuidando todas las funciones esenciales del Estado, empezando por la promoción del bien común.
Lleva razón Trump, sin embargo, al afirmar que aún en esos campos de concentración los migrantes están mejor de cómo estaban en sus propios países, lo que explica el porqué de ese drama humanitario de tanta gente huyendo de su propia tierra por pura necesidad y desesperación. Tan así de crítica es la condición de vida de esas personas que se lo juegan todo con tal de escapar de la condena eterna a vivir en situación de miseria.