Mynor Alejandro Alonzo Mencos

La humanidad ha construido grandes civilizaciones utilizando el error y la memoria como los principales mecanismos para aprender. El equivocarnos nos deja lecciones de vida que nos atraviesa las ideas y el cuerpo, mejorando nuestra capacidad de afrontar los retos de la vida.

Al ser seres sociales, nuestra identidad está construida por tres memorias: la memoria individual, la memoria colectiva y la memoria histórica.

La memoria individual es la que cada persona guarda de sus experiencias a lo largo de la vida; la memoria colectiva es la narrativa que construye un grupo social sobre su experiencia compartida; la memoria histórica es el relato de un acontecimiento que, aunque la mayoría no vivimos, nos deja un aprendizaje importante para nuestra vida en sociedad.

Las lógicas neoliberales promueven una cultura individualista que dificulta construir vínculos sostenibles entre personas fuera del interés común en la acumulación, sin embargo, la construcción de un proyecto político que transforme el país también requiere de la construcción de una historia compartida que permita entender lecciones como sociedad.

Debido a esto en Guatemala, la histórica es un territorio en disputa. Muestra de ello son el debate por la conservación del Archivo Histórico de la Policía y las manifestaciones del 30 de junio.

El Archivo Histórico de la Policía contiene el registro de las actividades de la Policía Nacional durante la Guerra interna, los miles de documentos nos han permitido entender de mejor manera cómo funcionaban los aparatos de represión estatal y qué sucedió con algunas de las personas asesinadas o desaparecidas.

El 30 de junio coincidieron en la ciudad de Guatemala un desfile por el Día del Ejército y la manifestación por la memoria histórica que coordinaron diversas organizaciones de sociedad civil para recordar a los miles de asesinados y desaparecidos en la guerra interna.

El futuro que como país construiremos dependerá en gran medida de los aprendizajes que tengamos de los hechos y errores del pasado, negar los crímenes de guerra para proteger a quienes los cometieron y a sus patrones, nos condena a no aprender que el autoritarismo tarde o temprano resulta matando a quienes piensan diferente.

El honrar la memoria y exigir justicia por los más de 45 mil desaparecidos y 200 mil asesinados es asegurar como sociedad un valioso aprendizaje de la historia para tomar decisiones en el futuro. No se trata de vivir en el pasado, se trata de aprender la lección y que nunca más se repita.

Gracias a quienes promueven la memoria como la trinchera que nos ayudará a resolver de mejor forma nuestro futuro.

Mynor Alejandro Alonzo Mencos

Nací en Ciudad de Guatemala el 14 de diciembre de 1989, estudié Ciencia Política en la USAC y soy activista organizado desde 2009. Anticapitalista, antirracista e integrante de #UsacEsPueblo desde su fundación en 2015. Considero importante construir nuevos discursos políticos con los que las personas se identifiquen y accionen para transformar su realidad.

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