Francisco Cáceres Barrios
caceresfra@gmail.com
A los guatemaltecos nos ha tocado ver cada cosa que a muchos nos han dado ganas de salir corriendo. El problema es que no tenemos a dónde ir, pero que dan ganas, no me queda ninguna duda. Seguramente estoy transpirando la amargura que a cualquiera embarga cuando comprueba que todos los valores de mis paisanos de antes se vinieron al suelo. Hasta el más humilde ciudadano, visitaba al abogado de su confianza para consultarle si le asistía el derecho de enderezar un proceso judicial en contra de alguien. ¡Dios guarde! Si se dejaba llevar por sus intereses personales, del apasionamiento de cualquier naturaleza o simplemente por el deseo de causar daños y perjuicios a alguien sin medir sus consecuencias. Ahora, es todo lo contrario más cuando acabo de leer lo que dijo un candidato recientemente -¿Y qué?
Todos los días a primera hora leo las noticias de los principales medios transmitidas por Internet y de página en página me fui encontrando con cada cosa que mejor se las traslado, para que se den cuenta del por qué estoy diciendo que me da pena lo que estamos viviendo. “Hubo anomalías graves”, dice el sociólogo Manuel Villacorta, quien ocupara el séptimo lugar en las pasadas elecciones. Y sigue diciendo: “Por lo tanto recomiendo a los medios legales pertinentes que el TSE declare nulo el anterior proceso electoral”. ¿Cuáles fueron esas anomalías graves para anular el proceso? ¿Por qué no se puntualizan o detallan? Edmond Mulet, de quien pensaba era un político serio y mesurado pidió: “Anular y repetir las elecciones”. Siguió diciendo: “El nuevo proceso electoral podría ser fiscalizado en su totalidad y se evitaría que se repitan los lamentables sucesos ya ocurridos” ¿Podría? ¿Eso quiere decir que, así como no está seguro todavía de lo ocurrido, tampoco lo está sobre el futuro?
Me entero también que la señora Betty Marroquín, ex candidata vicepresidencial del octavo lugar de las pasadas elecciones, Alejandro Galdámez “pide a nombre de él y de sus seguidores al presidente norteamericano Trump que intervenga en Guatemala ordenando la cancelación de las elecciones”. ¿Qué tal? ¿Se le olvidó que nuestro país es soberano e independiente o eso, es cosa de segunda importancia? Y para salirme un tanto de la politiquería, vean esta otra noticia: “Blanca Stalling prepara demanda internacional en contra de nuestro país, pues dice no confiar en la justicia guatemalteca”. ¿Qué caso verdad? Ahora podrán comprender los estimados lectores, ¿no es más que suficiente esta información para decir hasta dónde hemos llegado, como que debiéramos cambiar? Es que si seguimos en las mismas, seguramente vamos a estar peor todavía. Caeremos en manos de una mafia más peligrosa aún que la del Pacto de Corruptos que tanto daño ha causado y nuestros descendientes van a terminar en manos de un engendro del estilo de un Maduro o algo peor todavía. Pero aún tenemos una salida, la única por cierto, recuperar nuestros valores y principios.