Juan Antonio Mazariegos

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Abogado y Notario por la Universidad Rafael Landívar, posee una Maestría en Administración de Empresas (MBA) por la Pontificia Universidad Católica de Chile y un Postgrado en Derecho Penal por la Universidad del Istmo. Ha sido profesor universitario de la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar en donde ha impartido los cursos de Derecho Procesal Civil y Laboratorio de Derecho Procesal Civil. Ha sido y es fundador, accionista, directo y/o representante de diversas empresas mercantiles, así como Mandatario de diversas compañías nacionales y extranjeras. Es Fundador de la firma de Abogados Alegalis, con oficinas en Guatemala y Hong Kong, columnista del Diario La Hora y Maratonista.

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Juan Antonio Mazariegos G.

A 10 días de acudir a las urnas, la mayoría de guatemaltecos se muestran insatisfechos con la actual oferta electoral y presentan múltiples dudas sobre cuál de los candidatos presidenciales podrá gobernar de la mejor manera posible, este país lleno de necesidades pero también de oportunidades.

Hace 4 años me equivoqué, en el afán de que no se consolidara la opción de Manuel Baldizón, pregonaba e instaba a votar por el menos malo, entre los que tenían probabilidades de llegar a segunda vuelta en las elecciones generales de aquel entonces. Mi error estuvo en que desperdicié mi voto en alguien más que para ponerlo en pocas palabras, no dio la talla y por eso hoy estoy convencido de votar en esta primera vuelta por quien a mi juicio pueda ser el mejor dentro de lo que hay, sin importar si tiene o no posibilidades de llegar a una segunda vuelta electoral.

Como encontrar las virtudes o los elementos que logren ese convencimiento, puede ser mucho más difícil que encontrar una aguja en un pajar, dependerá de cada persona, pues cada uno tiene su propia opinión de lo que es mejor para el país y esas opiniones pueden ser tan dispares y válidas como a cada uno se le puedan ocurrir. Desde mi punto de vista, la sociedad ha perdido sus valores fundamentales y eso la ha erosionado, el cimiento de toda sociedad es la familia y buscar entre los candidatos a aquel que pueda demostrar tener valores, principios y carácter asociados a recobrar ese núcleo familiar tiene una base de inicio mejor que aquellos que no la tengan. Una capacidad comprobada es también indispensable, más allá de que haya sido en el ámbito público o privado quien tenga capacidad de crear una empresa, un programa, algo que haya tenido trascendencia, quien tenga capacidad de ejecución tendrá una ventaja sobre aquellos que no pueden demostrar esa capacidad. Solo los hombres virtuosos son capaces de rodearse de las mejores personas e integrar equipos, hasta hoy no hemos visto equipos de trabajo que valgan la pena y casi nadie ha presentado uno, debo de conformarme entonces con analizar cuando menos al binomio que conforma cada candidatura. Un programa de gobierno es indispensable, nuestro actual Presidente llegó desprevenido y no es su culpa pues nadie pensó que ganaría las elecciones, busque y lea los planes de gobierno, vea que sean factibles de cumplir y de ejecutar pues al final el plan debe ajustarse a la realidad de lo que podemos hacer y ya de espejitos sabemos bastante. La educación es la llave de todo, la generación de riqueza más que la distribución de la misma debe ser nuestro norte, un Estado efectivo que no sea un armatroste para guardar los compromisos y pagar los favores de campaña, una política fiscal y financiera macroeconómica adecuada que a través de obras genere el deseo de aportar a quienes producimos y nos permita competir en un mundo cada vez más complejo. Nos quedan 10 días para decidir nuestro destino, trate de ocuparlos en tomar una decisión consciente e informada, es lo menos que podemos hacer por nuestro país.

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