Madrid/Europa Press
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha declarado «optimista» sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con Estados Unidos antes de que entren en vigor los aranceles a la importación de productos mexicanos anunciados por su homólogo, Donald Trump, el próximo 10 de junio.
La semana pasada, Trump anunció un arancel del cinco por ciento a todos los productos mexicanos importados por Estados Unidos que se empezará a aplicar el 10 de junio y que crecerá otro cinco por ciento cada mes hasta que México frene la inmigración ilegal a través de la frontera común.
«Entrarán en vigor la próxima semana», ha ratificado el presidente estadounidense en la rueda de prensa conjunta que ha dado con la primera ministra británica, Theresa May, con quien se ha reunido ayer en Londres en el marco de su visita a Reino Unido.
Trump ha rechazado lo que considera excusas de México para no hacer «lo que debe hacer». «No quiero escuchar que México está gobernado por los señores de la droga y los coyotes (mafias de tráfico de personas). México debe dar un paso adelante y detener esta invasión a nuestro país», ha dicho.
Interrogado por este asunto en la rueda de prensa diaria, López Obrador ha dado una visión distinta de la disputa bilateral. «Tengo información de que van bien las pláticas, muy bien», ha comentado sobre las conversaciones entre ambos gobiernos.
En concreto, ha expresado su confianza en la buena marcha de la «importante» reunión prevista para hoy en Washington entre el ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
«Pienso que la reunión de mañana va a ser importante y se va a llegar a un acuerdo antes del día 10 de junio, antes de que entre en vigor o se imponga esa tarifa, porque hay indicios de que les importa a los funcionarios de Estados Unidos el que haya un acuerdo», ha declarado.
López Obrador ha restado importancia a las palabras de Trump, afirmando que «se está abriendo la posibilidad de un acuerdo» porque, «si fuese una actitud cerrada por completo, pues no recibiría a nadie ni contestaría al teléfono».
MIGRACIÓN Y DDHH
No obstante, ha defendido que México «no está de brazos cruzados» ante la llegada de las caravanas centroamericanas. «Estamos ayudando», ha sostenido, al tiempo que ha recalcado la necesidad de aplicar las leyes migratorias respetando los Derechos Humanos.
También ha aprovechado para reiterar que «hay que atender las causas» de la emigración centroamericana, señalando como tales «la hambre y el miedo a la violencia» «Por eso estamos planteando que las acciones migratorias vayan acompañadas de programas para que haya empleos en El Salvador, Guatemala y Honduras», ha apuntado.
López Obrador ha lanzado un Plan de Desarrollo Integral para el Sur de México y Centroamérica para generar las condiciones necesarias para que los migrantes del Triángulo Norte opten por quedarse en su país. México ha pedido para ello la ayuda de Estados Unidos, pero aún no ha obtenido respuesta.
«Yo tengo confianza en que se va a convencer, porque el pueblo estadounidense es un pueblo muy humano», ha dicho, enfatizando que Estados Unidos se caracterizó «durante mucho tiempo» por ser «un santuario de migrantes»: Así se construyó esa gran nación».
Preguntado sobre una posible reunión con Trump, lo ha descartado, al menos hasta que concluyan los contactos previstos, y ha avanzado que no acudirá a la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar entre el 28 y el 29 de junio en Osaka, aunque sí enviará a sus pares internacionales «una carta sobre los problemas de la desigualdad en el mundo».