Francisco Cáceres Barrios
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Este es un llamado para quienes aspiran a ocupar el cargo de Presidente de la República, porque me encuentro entre la gran mayoría de la población que está cansada de escuchar o leer en los medios de comunicación todo el cúmulo de demagogia que ellos pronuncian cada vez que ofrecen de todo al por mayor, porque sobre un razonable plan de trabajo de corto, mediano y largo plazo, nada hemos podido conocer. Es importante hacer notar que este mismo comentario se repite cada vez que hablamos entre familiares o amigos, porque el actual presidente, a todos consta, no fue lo suficientemente franco para decirle a quien ocupaba el cargo de Contralor que lo iba a ignorar, que se olvidaría de su existencia o algo peor todavía, que la utilizaría de acuerdo a sus particulares intereses.
Pero, pensando en escribir el presente comentario estaba, cuando por fin pudimos enterarnos de lo que dicen que encontró la Contraloría a la hora de revisar la ejecución presupuestaria del ejercicio fiscal del año pasado y que fuera entregado oficialmente al Congreso, seguramente para que como todos los anteriores lo han hecho, lo pongan a dormir el sueño de los justos, porque como todos bien sabemos, el Legislativo es un organismo modelo para demostrar lo que no debe hacerse correctamente con el manejo de los gastos públicos. Pero, si no fuera obligación de la Contraloría hacer este informe, no hubiéramos podido enterarnos que emitió 51 denuncias penales por presuntas irregularidades por un monto superior a los Q230 millones y de hallazgos y acciones de auditoría por mal manejo presupuestario se emitieron sanciones por más de Q72 millones.
En cuanto a los exámenes especiales de auditoría, me fui de espaldas cuando me enteré que se emitieron 178 denuncias penales por un monto superior a los Q2 mil millones y por supuesto, que las anomalías no fueron exclusivas de la presidencia y sus ministerios en el Organismo Ejecutivo sino también se encontraron a todo lo largo y ancho de la administración pública, incluyendo los demás organismos del Estado, gobiernos locales y entidades autónomas o descentralizadas. En total suman las sanciones y los hallazgos Q3 mil 800 millones.
Sería larguísimo enumerar cada uno de los reparos de la auditoría pero, basta con saber que las cantidades que antes cité son suficientes para comprender que es importantísimo conocer cuál es la visión que puedan tener los candidatos a presidente y sus colaboradores, pues la Contraloría General de Cuentas no es útil solo para “emitir finiquitos”, sino es la encargada de fiscalizar tanto ingresos, como egresos y en general, todo interés hacendario del Estado. No se esfuman año tras año unos cuantos centavos, para seguirlos dejando de lado, puesto que la inmensa cantidad de obras y prestación de buenos servicios del Estado debieran contar con esos recursos para subsanar infinidad de carencias y necesidades de la población. ¿Usted estimado lector va a seguir quedándose callado?