Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

Se abre el telón y aparece una persona, en una diligencia judicial declarando que el hijo y el hermano del presidente Jimmy Morales fueron facilitadores de facturas falsas para unas ventas y servicios inexistentes en el Registro de la Propiedad. Se cierra el telón.

Se abre el telón y tras muchos meses de investigación, el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) acusan a los familiares de Morales y el mandatario monta en cólera, saboteando las reformas al Sector Justicia que él mismo presentó junto con los otros dos poderes del Estado. Se cierra el telón.

Se abre el telón y los entes investigadores siguen con su trabajo de investigación y ponen el ojo en el financiamiento electoral. Acusan a la UNE, Lider y un día después, acusan a FCN- Nación y su secretario general, el mismo Jimmy Morales, por haber pedido que le “defendieran el voto” pero de manera oculta. Se cierra el telón.

Se abre el telón y Morales, emberrinchado por lo de sus familiares y su acusación, expulsa a Iván Velásquez, jefe de la CICIG, tras haber estado con el Secretario General y no haber dicho nada al respecto. La Corte de Constitucionalidad (CC) le para la mano y ahí no se atreve a hacer lo que luego sí hizo, desobedecer a la máxima Corte. Se cierra el telón.

Se abre el telón y siguen los intentos por minar a los investigadores y el Presidente llega al Congreso para pedirles que “legislen” y se da el día infame, el 13 de septiembre del 2017, día en el que los congresistas quisieron despenalizar el financiamiento electoral, que luego lograron porque la CC les allanó el camino. Se cierra el telón.

Se abre el telón y Morales sale, arropado por militares y su Ministro de Gobernación, a anunciar que no renovará el mandato de CICIG porque les pararon la mano para expulsar a la fuerza a Velásquez; argumentaron violación a la soberanía y usaron los J8 para intimidar hasta a quienes se los habían dado. Carros que eran para combatir el narcotráfico, pero luego entendimos por qué estaban en la capital. Se cierra el telón.

Se abre el telón y argumentando de nuevo soberanía, el Gobierno anuncia la expulsión de la Comisión porque no les gustó el nombramiento de la adjunta y el hecho que la CICIG reformada no contemplaba cambio de mandato y revisión de casos para censurar lo que no era de su agrado. Se cierra el telón.

Se abre el telón y el Presidente aparece en la finca comiendo gallina con loroco con alguien que desea ratificar que la verdadera soberanía en Guatemala la tienen los criminales. Morales estaba en la finca de Mario Estrada y de esa reunión quedan dos misterios: uno, si había gente de la DEA infiltrada en la reunión y dos, si Estrada se fue a entregar el Miércoles Santo, tan solo días después del encuentro con el mandatario, pero también queda una certeza: ese caldo dejó un enorme cargo de conciencia. Se cierra el telón.

Se abre el telón y según reporta el Washington Post, el embajador de Guatemala en Estados Unidos fue a pedir que, quizá para salvar a su jefe que se había puesto en evidencia, que nos enviaran agentes federales para quedar bien con la potencia que ya los había ayudado para desmantelar la lucha contra la corrupción. Se cierra el telón.

Se abre el telón y aparece Morales, a pesar de toda la “paja” que dijo de la soberanía, en la firma de un acuerdo para que agentes federales operen en Guatemala y todo porque está con la cola machucada porque su Gobierno tiene una estrecha relación con las mafias. Se cierra el telón.

¿Cómo se llamó la obra? Guatemala es un Estado colapsado, a punto de ser o ya transitando por la rutas de un narcoestado donde sus autoridades le apuestan a que si Juan Orlando Hernández puede que se salga con la suya, Morales también.

Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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