Juan José Narciso Chúa
Hoy tomo un pequeño fragmento de la canción Apnea de nuestro compatriota universal Ricardo Arjona, para describir el estado de ánimo que nos describe a muchos ante una situación política tan complicada, tan incierta y tan poco interesante de cara a un recambio gubernamental, que posiblemente termine por consolidar un sistema que nunca ha intentado cambiar, que siempre hizo de su país su hacienda, que todavía nos consideran sus vasallos, así como todavía viven en el siglo XV o XVI.
Efectivamente, se hace difícil respirar cuando uno puede observar cómo la Corte Suprema de Justicia -excepción digna de Morales, Dávila y otra magistrada que ahora olvido su nombre- nuevamente se burla de nosotros, para que todo el tiempo que se tardó la CC para su resolución, significó unas horas para ratificar su decisión con respecto al diputado Alejos, así de fácil.
Igual, observar cómo de una forma un tanto cínica la actual Fiscal General, prepara el camino para desarmar la FECI, sin decir agua va y convertirla en una simple sección, e igualmente hacer una convocatoria hecha a la medida para que el actual fiscal Sandoval, no pueda entrar en la convocatoria, y así la Fiscal quitarse de un medio, una persona que hoy seguramente es vista con gran molestia por muchos políticos y empresarios mañosos.
Es imposible respirar cuando vemos que juzgados y salas se confabulan para emitir sentencias retorciendo una ley tan trascendente como la del femicidio para arrinconar a supuestos “enemigos”, que lo único que han hecho es un uso normal de la ley de expresión, pero quedan conminados a no poder emitir información, ni comentarios, ni mucho menos análisis en contra de una candidata que miente públicamente, cuando dice que desistió, pero que igual el proceso sigue y se asegura un espacio de tiempo favorable para su campaña.
Es difícil aspirar una amplia bocanada de oxígeno, cuando la CC emite una resolución que constituye un auténtico galimatías jurídico, pero que al final facilita la campaña a la misma candidata del párrafo precedente, lo cual no significa falto de legalidad, pero que deja un mal sabor de boca en cuanto el tiempo que tomó, el viaje de un magistrado y el resultado que desentona o no convive con la situación política tan precaria y que demanda oxígeno.
Resulta difícil respirar, cuando se observa la oferta electoral llena de figuras que mejor harían en retirarse para bien de la sociedad y reconocer que son auténticas rémoras para todos nosotros, pero no, contrariamente ahí están mostrando su mejor perfil fotográfico, diciendo cualquier tontería que el momento tolera, pero la audiencia no, se presentan sabihondos cuando su ignorancia es enciclopédica. Otro montón de candidatos decentes están abajo, pero pueden subir, ojalá.
Aún es más difícil respirar cuando aparece un grupo de choque de exmilitares exigiendo “humildemente” dinero y una casa por su dedicación a la patria cuando combatieron al “comunismo”, pero en aquel tiempo eran personas pagadas y además habían aceptado las reglas del juego que imponían sus condiciones de trabajo, pero hoy lánguidamente exigen, amenazan y, lo peor, chantajean a la sociedad diciendo que “si no, no hay elecciones”, por favor oxígeno.
Cuesta insuflar los pulmones cuando uno observa a unos conservadores diputados queriendo ir a contrapelo del desenvolvimiento de la sociedad con su biodiversidad sexual queriendo rescatar supuestos valores escondiendo únicamente su extremo conservadurismo e hipócrita religiosidad. Por todo ello y otro montón de cosas más, se hace hoy, muy difícil respirar, y lo peor, creer.