El ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif (izquierda), y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe (derecha). FOTO LA HORA/EUGENE HOSHIKO, POOL VÍA AP

Por NASSER KARIMI/AP
TEHERÁN, IRÁN

El canciller de Irán viajó hoy a China como parte de una gira por Asia que busca mantener los mercados mundiales abiertos a Teherán en medio de una intensa campaña de sanciones por parte de Estados Unidos en un momento de altas tensiones en el Golfo Pérsico.

Las preocupaciones sobre un posible conflicto aumentaron desde que la Casa Blanca ordenó el envío de buques de guerra y bombardeos a la región para contrarrestar una supuesta amenaza no especificada de Irán, que ha hecho que Washington retire además a su personal diplomático no esencial de Irak.

Por otra parte, las autoridades reportaron un sabotaje que habría afectado a cuatro buques petroleros el domingo ante la costa de Emiratos Árabes Unidos y los rebeldes yemeníes alineados con Irán se atribuyeron la autoría de un ataque con un dron contra un oleoducto vital para Arabia Saudí el martes.

Riad culpó directamente a Teherán del incidente y un diario local vinculado con la familia real saudí Al Saud pidió ayer a Estados Unidos que lance «ataques quirúrgicos» contra Teherán.

El desencadenante de la escalada parece ser la decisión tomada el año pasado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el acuerdo nuclear entre Irán y varias potencias internacionales e iniciar una campaña de asfixiantes sanciones sobre la República Islámica.

Trump suavizó su tono el jueves, un día después de tuitear que esperaba que Irán buscara una negociación. Cuando se le preguntó si el país se estaba encaminando a una guerra con los iraníes, Trump respondió «Espero que no».

Las autoridades iraníes siguen siendo escépticas.

Imponer sanciones mientras se busca un diálogo es como «apuntar a alguien con un arma y exigirle amistad», informó el general iraní Rasool Sanaeirad en declaraciones publicadas por la agencia noticiosa semioficial Mehr.

Por su parte, Trump criticó a la prensa hoy en un tuit sobre Irán y añadió: «Al menos Irán no sabe qué pensar, lo que a esta altura puede ser algo bueno».

Desde el 5 de mayo, cuando Trump tomó la decisión en enviar los bombarderos y el portaviones, el gobierno se ha negado reiteradamente a explicar cuál es la nueva amenaza que percibe por parte de Teherán.

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