Félix Loarca Guzmán
Guatemala afronta en la actualidad momentos difíciles en su vida política, social y económica, con altos niveles de pobreza, delincuencia y violencia, con una inseguridad galopante que agobia a los diversos sectores de la sociedad.
Uno de los núcleos más afectados ha sido y es el de los periodistas, según una denuncia pública que el pasado 3 de mayo formuló la Asociación de Periodistas de Guatemala, APG máxima entidad de prensa de Guatemala.
El Observatorio de los Periodistas de la APG conoció que de enero a marzo del presente año, se produjeron veintiún casos de agresiones contra miembros de la prensa y medios de comunicación. Sobresalen tres hechos vinculados al tema electoral, como el caso de una amenaza de muerte en Retalhuleu, una agresión en la capital de Guatemala y uno de difamación en El Progreso.
Según el pronunciamiento de la APG en cinco de estos hechos, los responsables fueron funcionarios de distintos niveles del Estado.
La mayoría de los casos reportados ocurrió en Guatemala, Izabal, Sacatepéquez, Retalhuleu, Quetzaltenango, Chimaltenango y El Progreso.
La APG puntualiza que el periodismo es una de las profesiones más vulnerables en Guatemala, principalmente en los departamentos y zonas donde confluyen poderes fácticos y del crimen organizado que operan libremente, en ocasiones, con la protección de las autoridades locales.
Una primera conclusión de la entidad de prensa, es que los comunicadores guatemaltecos sufren las amenazas y represalias de distintos actores como funcionarios, miembros del crimen organizado e inclusive de sectores de la misma población civil.
La APG subraya que a esto se añade la intransigente actitud del Presidente de Guatemala, señor Jimmy Morales, quien al replicar de forma burda los discursos de otros gobernantes, ataca constantemente a los medios de comunicación y periodistas, debido a las críticas e investigaciones en su contra.
La denuncia dice que los ataques públicos del señor Morales son acompañados de campañas de desprestigio en redes sociales, las cuales tendrían relación directa con la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República.
El pronunciamiento de la APG agrega que la actitud del mandatario también la reproducen congresistas como Álvaro Arzú Escobar y Felipe Alejos, quienes en forma inmadura buscan obstaculizar la labor de una reportera del vespertino La Hora, mediante comentarios despectivos y actitudes aversivas.
El documento expone que, la prensa no solo debe lidiar con las posturas de estos funcionarios, sino con el desinterés del despacho superior del Ministerio Público. La Asociación de Periodistas de Guatemala, APG ha buscado por un año el acercamiento con la fiscal general, Consuelo Porras para estrechar un lazo de cooperación como ocurrió con las administraciones anteriores, pero hasta el momento sólo se ha encontrado con un silencio sepulcral de esa funcionaria.
La APG dice que esto solo confirma las críticas constantes sobre que la actual Fiscal General es una defensora del presidente Jimmy Morales y que no tolerará ninguna crítica al mandatario, quien la eligió para desempeñar ese puesto.