Obesidad infantil. fOTO LA HORA: FLIRCK / Europa Press/dPA.

MADRID
Agencia dpa / (Europa Press) –

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado dos estudios en los que, por un lado, alerta de la lenta lucha que están teniendo muchos países de Europa para combatir la obesidad infantil y, por otro lado, del bajo nivel de lactancia que hay, a pesar de que se ha demostrado que esta práctica reduce el riesgo de obesidad.

La obesidad grave en los niños se asocia con resultados cardiovasculares, metabólicos y otros negativos para la salud inmediatos y a largo plazo. De hecho, cuando se comparan niños con sobrepeso con niños con obesidad severa, estos últimos tienen un perfil de factor de riesgo cardio-metabólico mucho peor.

En este sentido, según el nuevo estudio de la OMS, titulado ‘La prevalencia de obesidad severa en los niños de primaria en 21 países europeos’, y que ha sido presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad, celebrado en Glasgow (Reino Unido), la obesidad severa afecta a casi 400 mil de los aproximadamente 13,7 millones de niños de 6 a 9 años que viven en los 21 países participantes.

La obesidad severa es un problema de salud pública grave y los resultados de este estudio muestran que una gran cantidad de niños en la región europea la padecen. Dado su impacto en la educación, la salud, la asistencia social y la economía, el trabajo de la OMS hace hincapié en que la obesidad debe abordarse a través de una variedad de enfoques, desde la prevención hasta el diagnóstico y tratamiento tempranos.

EL 77% DE LOS NIÑOS SON AMAMANTADOS

Por otra parte, el segundo estudio, denominado ‘Asociación entre las características al nacer, la lactancia materna y la obesidad, en 22 países’, ha mostrado que a pesar del flujo constante de evidencia de investigación que muestra los beneficios para la salud de la lactancia materna, junto a numerosas iniciativas políticas destinadas a promover prácticas óptimas de lactancia materna, la adopción de la lactancia materna exclusiva en la región de Europa se mantiene por debajo del nivel global recomendado.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida. A partir de entonces, los bebés deben recibir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados con lactancia continua hasta los 2 años de edad o más.

Concretamente, este estudio mostró que, en casi todos los países, más del 77 por ciento de los niños fueron amamantados, si bien hubo algunas excepciones: en Irlanda el 46 por ciento de los niños nunca fueron amamantados, en Francia el 38 por ciento y en Malta el 35 por ciento. Además, solo 4 de los 12 países tuvieron una prevalencia de lactancia materna exclusiva (durante 6 meses o más) del 25 por ciento o más: Tayikistán (73%), Turkmenistán (57%), Kazajstán (51%) y Georgia (35%).

Según el estudio, las prácticas de lactancia materna en la región no cumplen con las recomendaciones de la OMS por varios motivos, entre ellos: políticas ineficientes para fomentar la lactancia materna, falta de preparación de profesionales de la salud para apoyar la lactancia materna, comercialización intensiva de sustitutos de la leche materna y problemas en la legislación sobre la protección de la maternidad.

«La promoción de la lactancia materna ofrece una oportunidad para que la política de prevención de la obesidad responda al problema de la obesidad infantil en la región Europea. Las políticas nacionales existentes para promover las prácticas de lactancia materna y cómo se desarrollan estas políticas pueden llevar a algunos países a tener más o menos éxito en la lucha contra la obesidad», ha dicho el jefe de la Oficina Europea de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, Joao Breda.

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