Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

La conocí hace un par de años y me llamó mucho la atención su sociabilidad, hoy la admiro por su fortaleza para la vida. Menuda de ojos achinados y pelo rizado, Brenda despierta emociones a su paso, le gusta hablar, y mostrar alegría.

Estudió la educación primaria en la Escuela Barrio Colombia en donde hizo buena amistad con Sonia y Flor, amigas con las que se sintió acompañada, protegida y con quienes vivió “esos maravillosos años de la infancia” participando en la escuela en actividades culturales y concursos de baile.

Al estar en sexto primaria en 1986, recuerda haberse inscrito en un certamen de canto, a realizarse el Día de la Madre, sin embargo al no ganar se sintió abatida y decepcionada, considerando que el canto no era lo de ella.

Ese mismo año, los problemas entre sus padres les llevaron a separarse, provocando en ella además de gran dolor, tener que abandonar sus estudios para buscar trabajo, lo que “gracias a Dios sólo fue un año” dice, pues la semilla de la superación ya había empezado a germinar y consideró que no podía quedarse sin estudios.

Logró inscribirse y sacar sus básicos en el Instituto Rómulo Gallegos, hasta donde caminaba desde su casa, y a la inversa, pues guardaba el dinero del transporte escolar para ayudar con los gastos de su familia.

Un día su hermana Magaly le dijo: -te inscribí en un concurso de canto, dan un buen premio y podes ganarlo-, Brenda se sorprendió, cantar no era lo suyo y desde aquella experiencia en la primaria nunca volvió hacerlo, pero era una oportunidad que no estaba dispuesta a dejar pasar, así que se presentó y sorpresa. El primer lugar fue para ella y el premio también, dinero en efectivo que le sirvió de mucho para ayudar a su familia, la que ahora estaba constituida por seis hermanos y una abuela.

Al ganar el primer lugar del concurso de canto, debía presentarse a grabar anuncios. Su voz fue escuchada, gustada y buscada. Los grupos musicales preguntaban por ella y los contratos llegaron. Así logró nuevamente insertarse en el sistema educativo y se graduó de secretaria bilingüe en la Escuela Secretarial.

Con sus dos profesiones hacia 1994, consiguió trabajo de secretaria en la antigua Policía Militar Ambulante, donde además participaba con el combo de la institución.

Al cerrar esta pasó al Estado Mayor Presidencial ya como especialista y en 2006 fue trasladada al Comando Superior de Educación del Ejército, en donde se le presentó la oportunidad de viajar con la Misión de Paz a Haití.

Asignada a la oficina de Relaciones Cívico Militares, desarrolló su creatividad, confeccionando piñatas y manualidades para los niños del área, a quienes visitaba junto a sus compañeros vestidos de payasos para alegrarles el día con su sonrisa y sus canciones.

Casada con Miguel Pérez, continúa laborando para el Ejército, mientras sueña con tener unos locales y poder alquilarlos, agenciándose algún dinero extra y quizás a sus 43 años ingresar a la universidad. Al final de cuentas dice: -uno se gana el respeto y yo me desempeño por mi misma hasta que Dios me dé la vida-.

 

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