El delantero argentino Lionel Messi remata en el partido amistoso ante Venezuela en Madrid. Foto La Hora: AP/Bernat Armangue

MADRID
AP

El reencuentro de Lionel Messi con la selección de Argentina fue igual de frustrante que la despedida hace ocho meses.

Con goles de Salomón Rondón, a los seis minutos; John Murillo, a los 44; y Josef Martínez, a los 75 de penal, Venezuela se impuso 3-1 en un amistoso jugado ayer en el estadio Wanda Metropolitano, en la capital española. Fue la segunda victoria de la Vinotinto sobre los albicelestes en 24 partidos.

El amistoso marcaba el regreso de Messi al seleccionado de su país, con el cual había jugado por última vez en la eliminación ante Francia en los octavos de final del Mundial de Rusia 2018. Con 31 años, empieza a transitar la etapa final con la Albiceleste, la gran cuenta pendiente de su carrera ya que nunca conquistó un título de los importantes.

Pero el técnico Lionel Scaloni cometió el mismo pecado que sus antecesores en el cargo: la dificultad de generar sociedades con futbolistas que potencien a Messi y no le rindan pleitesía en la cancha, cediéndole a la pelota aun cuando esté rodeado de camisetas rivales.

“Es difícil que (Messi) no dé un buen partido”, dijo Scaloni. “Las situaciones que generamos fueron todas gracias a su desequilibrio y en el segundo tiempo encontramos más como asociarnos con él”.

Messi fue descartado para enfrentar a Marruecos en Tánger el martes, en otra prueba de cara a la Copa América que se jugará en Brasil dentro de tres meses. Un parte médico de la selección consignó que el delantero, que jugó los 90 minutos ante Venezuela, sufrió una “reagudización” de una dolencia en el pubis.

Venezuela, que bajo el mando de Rafael Dudamel promete pelear duro por clasificarse a su primera Copa Mundial en las próximas eliminatorias sudamericanas para Qatar 2022, fue implacable para aprovechar las imperfecciones defensivas de Argentina.

“Ganar a Argentina, con el mejor jugador del mundo en el campo por 3-1 no es casualidad y, si es casualidad, no se da todos los días”, señaló el técnico venezolano Rafael Dudamel. “Pero no creo en las casualidades ni en la suerte, sino en el trabajo y en la convicción de mis futbolistas”.

Inesperadamente, Dudamel ofreció renunciar al cargo tras el partido. En una rueda de prensa, dijo que quedó inconforme por el uso político de una visita de un funcionario del gobierno previo al partido y que su futuro se decidirá tras consultas con dirigentes de su federación en los próximos días.

La única victoria en la historia de la Vinotinto sobre Argentina había sido en 2011 por las eliminatorias sudamericanas, un 1-0 en Puerto La Cruz.

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