Sandra Xinico Batz
sxinicobatz@gmail.com
Imágenes de mujeres mayas de todas las edades, desde niñas a ancianas, son el principal material para promocionar el turismo a Guatemala. Mujeres tejiendo, mujeres bordando, mujeres y niñas vendiendo en los mercados, mujeres y niñas vendiendo artesanías, tejidos e indumentaria de las mujeres mayas; se exhiben como objetos cuya imagen se extrae para ser explotadas, reproducidas en anuncios y vallas para promocionar al país como el destino perfecto si lo que se busca es conocer “aborígenes”. Con esto se busca vender no sólo la imagen de las mujeres mayas, sino que también su cultura, naturalizando el empobrecimiento porque mientras más pobres se vean esas mujeres en las postales mejor, porque incrementa la curiosidad de los turistas aventureros que visitan el “tercer” mundo en búsqueda de especímenes coloridos inobservables ya en su mundo de primera.
Se cosifica, se usa y explota la imagen de las mujeres mayas porque esto es rentable económicamente. Mientras el racismo empobrece y discrimina de múltiples formas a las mujeres nativas, también nos utiliza porque somos quienes principalmente mantenemos nuestra identidad y son las manifestaciones de esta identidad las que se venden o promocionan para el turismo al que le sirve mucho el folklore, porque lo “exótico” es “llamativo”.
Estas múltiples expresiones del racismo violentan la vida de los pueblos originarios y principalmente a las mujeres quienes además de no tener oportunidades por el machismo y racismo estructural, tampoco obtienen ningún beneficio del uso de su imagen, sino que, al contrario, con la folklorización se incrementa la violencia racista que distorsiona y estereotipa a nuestras culturas.
¿Cuánto de las ganancias que genera el turismo explotando la imagen de las mujeres mayas regresa a nuestros pueblos?
Ante esto, el 7 de diciembre de 2017, el Movimiento Nacional de Tejedoras –Ruchajixik ri qana’ojb’äl– a través de los Consejos Comunitarios de Tejedoras (que son formas propias de organización local) presentó un amparo por “la folklorización y mercantilización de la imagen de las mujeres indígenas como parte de una política de promoción del turismo impulsada por el Instituto Guatemalteco de Turismo –Inguat–, que fomenta como destino cultural a Guatemala, que atenta contra la dignidad y desarrollo integral de las mujeres indígenas en especial de las tejedoras. La exclusión sistemática de las mujeres indígenas en especial de las mujeres indígenas tejedoras por parte del Inguat como beneficiarias directas, de los ingresos que genera el Estado a través del turismo, siendo que sus imágenes son utilizadas como parte de la promoción de la marca “Corazón del Mundo Maya”.
Quince meses después de presentado este amparo, este lunes 25 de marzo a las 9 de la mañana, el Movimiento Nacional de Tejedoras tendrá audiencia de vista pública en acción Constitucional de amparo, en la sala sexta de lo contencioso administrativo (3era. calle 9-24 zona 1, ciudad). Convocamos a los pueblos y mujeres mayas a acompañarnos e invitamos a los medios de comunicación a la conferencia de prensa que se realizará para compartir información al respecto de esta acción impulsada por las tejedoras.