Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

Basta un instante para hacer un héroe y una vida entera para hacer un hombre de bien.

Y en los dos encontramos a Carlos Burgos. En esos instantes de tragedia y dolor, cuando la decisión es importante y la acción más para atender a una persona y salvar una vida. Y en décadas de forjarse en el carácter y la práctica, para constituirse como un hombre de bien, cada día mejor.
Carlos Bruno Ruiz Burgos, nacido el 8 de agosto de 1951, a sus 67 años ha pasado la mayor parte de su vida en el servicio de bomberos de Guatemala y ahora, en el continente, en donde los cuerpos de bomberos reconocen su innegable capacidad desde Estados Unidos hasta la Argentina
Pero… es hacia la población guatemalteca a donde ha desempeñado su trabajo, entregado su esfuerzo diario, derramado lágrimas y soltado carcajadas, vida de bombero. Con cincuenta años en el servicio, que cumple este año, fue testigo en primera línea del terremoto del 76. Una tragedia que marcó su vida y le impulsó a continuar en el servicio.
Luego sirvió en las siguientes emergencias que se han producido en el país, como la tragedia del “Cambray”, y más reciente, la trágica erupción del Volcán de “Fuego”. Su enorme calidad de servicio quedó demostrada precisamente para la erupción del Volcán de “Fuego”, pues sin pensarlo dos veces, vistió el uniforme de la institución y comandó a la Brigada Especial de Rescate. Y aunque pasadas las semanas enfermó, por todo el material químico del sitio de la tragedia, aun así, no dejó de trabajar.

Los años de la guerra también fueron escenario de su trabajo en donde en silencio, dio ayuda al más necesitado sin pensar en género, en filiación política, grupo humano, sexo ni edad.

Una característica muy humana del comandante Burgos, es su capacidad para enseñar a generaciones completas de bomberos. Su interés por tener cada vez mejores bomberos le han llevado en el día a día obtener más y mejores conocimientos que luego transmite a las nuevas generaciones de bomberos, ahora como Director General de la Academia Nacional de Bomberos Municipales Departamentales.

Trabajo diario, arduo, pero que recientemente fue reconocido por la Asociación de Academias que pertenecen al Ministerio de Educación, una gloria que le llena de orgullo, pues sabe que sin equívocos avanza por buen camino, además de por los más de tres mil bomberos y bomberas graduadas en los doce años de la academia. Además de ser el segundo comandante de la Asociación Nacional de Bomberos Municipales Departamentales.

Y en el yo interno, el comandante Burgos no pierde de vista a su familia, que ha tenido que esperarlo durante días y noches, a veces sin saber cuál es su situación, ya que su trabajo le lleva a estar ausente y muchas veces sin poder comunicarse.

Por ello solicitó que en el homenaje que le rindió iniciando este mes el Banco Industrial le acompañaran su esposa Yolanda y sus hijos. Allí aprovechó para agradecer a todos quienes le ayudaron a forjarse como un excelente bombero y a todos los que hoy reciben sus instrucciones que permite que su trabajo llegue a un buen término.

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