ARLINGTON, Texas, EE. UU.
AP
Errol Spence Jr. tuvo que llegar hasta el final el sábado para defender su título del peso wélter de la IBF por tercera vez. Sin embargo, el resultado nunca estuvo en duda para uno de los mejores boxeadores cuerpo a cuerpo del mundo.
Spence superó en los puntos de forma unánime a Mikey García, un hábil boxeador invicto que subió dos categorías para lo que consideró una pelea histórica.
«Durante los entrenamientos, muchos comentaristas pensaron que él era demasiado inteligente y que yo no podía boxear tan bien como él. Demostré que puedo boxear y que puedo mover mi cabeza si quiero”, apuntó Spence. «El juego es ser inteligente. Es la ciencia de esto. Yo tenía la ventaja del tamaño y el alcance, ¿por qué no usarlos para anular su jab? Es un arma para mí y anula una de sus armas”.
Spence mejoró su foja a 25-0 luego de que los tres jueces le concedieron el triunfo en cada ronda. Una de las tarjetas marcó 120-107, y las otras dos 120-108.
García asumió los golpes pero nunca cayó al piso. Visiblemente agotado, pasó los últimos asaltos bloqueando puñetazos en lugar de lanzarlos y nunca pudo encontrar hueco para una respuesta que cambiase el rumbo del combate.
«Mi hermano (el entrenador Robert García) quiso frenar la pelea en las últimas rondas. No quería que me golpearan más, pero le dije que estaba bien e intenté salir y darlo todo”, señaló García. «Pensé que podría haber lanzado un buen golpe para cambiarlo todo, pero no fui capaz”.
Esta fue la primera vez que Spence llegó hasta el final en sus 12 últimas peleas. García, que pasó de 135 a 147 libras en su intento por convertirse en campeón de cinco divisiones, encajó su primera derrota en 40 combates profesionales.