Por MICHAEL WEISSENSTEIN y MATTHEW LEE
LA HABANA
Agencia (AP)
El gobierno del presidente Donald Trump se preparaba hoy para endurecer el embargo comercial a Cuba impuesto hace seis décadas al permitir algunas demandas en contra de compañías extranjeras que utilizan propiedades confiscadas por el gobierno cubano tras la Revolución de 1959, informaron autoridades estadounidenses.
Cada mandatario estadounidense desde Bill Clinton ha suspendido una sección de la Ley Helms-Burton de 1996 la cual permitiría entablar tales demandas debido a que atraparía a compañías de países aliados de Washington en años de litigios complicados que podrían provocar denuncias comerciales a nivel internacional contra Estados Unidos.
Entre los principales inversionistas en Cuba se encuentran el gigante británico de la industria del tabaco, Imperial Brands, que opera una empresa conjunta con el gobierno cubano para producir habanos de muy buena calidad; las compañías hoteleras españolas, Iberostar y Meliá, que tienen decenas de hoteles a lo largo y ancho de la isla caribeña y el fabricante de bebidas francés Pernod-Ricard, que hace el ron Havana Club con una destilería estatal cubana.
Las fuentes le dijeron a The Associated Press que Trump permitirá que el Título III de la Ley Helms-Burton entre en vigencia de manera limitada, a fin de eximir a algunas empresas de posibles litigios. Estados Unidos está presentando la medida como represalia por el apoyo que La Habana le sigue brindado al presidente Nicolás Maduro de Venezuela.
Al permitir algunas demandas, la medida podría dificultar las inversiones en Cuba pues las empresas tendrán que hacer averiguaciones sobre su vulnerabilidad a los litigios. Sin embargo, es poco probable que la aplicación afecte mucho a la economía cubana.
Tras casi 60 años de embargo comercial, la economía cubana está creciendo a un modesto ritmo de alrededor de 1% anual y las inversiones extranjeras ascienden aproximadamente a 2.000 millones de dólares, mucho menos de lo necesario para impulsar la prosperidad. Pero el turismo, las remesas y el petróleo subsidiado de Venezuela le han permitido al gobierno cubano mantener servicios básicos y cierto grado de estabilidad que a todas luces no parece afectado por las recientes medidas de Washington contra Cuba y sus aliados latinoamericanos como Venezuela y Nicaragua.