Rolando Alfaro Arellano
“La educación de un pueblo se distingue por la forma en que manejan sus automóviles”.
(Anónimo).
Dedicado a mis lectores
Con verdadero asombro hemos venido observando los constantes accidente de tránsito urbano y rural, en donde, cientos de viajeros, automovilistas trabajadores, amas de casa, estudiantes y pilotos automovilistas, han perdido la vida o han quedado impedidos de trabajar por la irresponsabilidad de pilotos que se conducen a una velocidad no permitida en centros urbanos y en las diversas carreteras de nuestra patria.
Asimismo, año con año se ve el aumento de vehículos de toda clase, camiones, camionetas, motocicletas, por supuesto, que mis estimados lectores podrán argumentar que se trata del transporte que utilizan para llegar a sus trabajos cotidianos, sin embargo, esto no significan que violen el Reglamento de Tránsito y pongan en peligro la vida de propios y extraños.
A lo anterior se suman los diversos estudios e investigaciones de profesionales y centros académicos que preocupados por semejantes accidentes vienen desde hace muchas décadas analizando la forma de que se eviten las mismas; ejemplo de ello son las investigaciones de las universidades de San Carlos, Mariano Gálvez que posee la especialidad de Derecho Ambiental, así como la Universidad Rafael Landívar y Del Valle de Guatemala.
Por otra parte, sería interesante que mis lectores investigaran lo antes escrito y los centros que como el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social efectuaran sendos trabajos de investigación de la contaminación por ruido en los diversos cruceros de la ciudad de Guatemala, así como el Consejo de Bienestar Social.
El pecado capital de muchos ciudadanos del país es, no ponerse al día, especialmente con los daños que vienen produciendo los vehículos con escapes abiertos, medios de transporte y demás medios de locomoción automovilística.
Es de urgencia nacional que se investigue por las dependencias encargadas del tránsito vehicular, incluyéndose a las municipalidades y Policía de Tránsito, a efecto de actualizar sus disposiciones del tráfico, pues deben estar conscientes que se cierne sobre sus familiares y pueblo en general de diversas enfermedades provocadas por los contaminantes descritos, incluyéndose los escapes con humos que en otros países suelen ser prohibidos por la amenaza a la salud de sus connacionales.
Continuará.
