Roberto Arias

Desde la óptica de muchas personas, Tu Muni capitalina y otras del interior de la República han utilizado el bendito recurso hídrico, como un medio de extorsión a las comunidades, según me han comentado usuarios de esos servicios tan deficientes en un país en donde ese es un recurso abundante, pero tan descuidado por la población y por los gobiernos centrales y municipales.

Me comentaron usuarios de EMPAGUA sobre la conducta de esa institución, que riñe con los derechos humanos de zonas enteras de la capital. Las tienen con racionamiento ilógico, ilegal, abusivo y con sólida base en la corruptela que instituyó Álvaro Arzú Irigoyen, cuyos aprendices aprendieron tan bien de su amo, que ya lo superaron.

Conversando con un amplio grupo de personas que viven en zonas tan pobladas como la zona dieciocho, la zona seis, gran parte de la zona uno y otras adyacentes, me mostraron copia de una nota del matutino Prensa Libre, escrita por Óscar García el 5 de febrero de 2019, que en su entrada dice: “Suspenderán servicio de agua entubada en cinco zonas por trabajos en viaducto de la calle Martí”.

En partes conducentes se lee: “Tome en cuenta que el servicio de agua entubada será suspendido en al menos cinco zonas de la capital a partir de este viernes, según información de la Empresa Municipal de Agua (Empagua)… El suministro será suspendido este viernes a las 19 horas y será restablecido a las 19 del próximo domingo, aunque en algunos puntos será gradual.

Empagua agregó que la suspensión se debe a los trabajos de construcción del paso a desnivel en la trece avenida y calle Martí zona 6.”

Sin embargo, el suministro ya había sido suspendido totalmente una semana antes de la nota, en sitios lindantes al Mercado San Martín, como me explicó un usuario con esposa y tres hijos, sin agua en su casa ahora por más de dos semanas y media. En otros sectores de la zona seis iniciaron el corte absoluto, el día miércoles seis por la tarde. Estos usuarios se quedaron totalmente sin el servicio de agua los días miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo y lunes.

El martes a las cuatro y media de la mañana la conectaron, pero con un caudal tan bajo que no permitió que llegara a los depósitos en alto, evitando su abastecimiento. A las regaderas llegó, me refirieron, pero no con presión como para activar los calentadores de ducha que son en la mayoría en los barrios y, la suspendieron a las nueve de la mañana. El día miércoles ocurrió lo mismo.

El truco, como ya fue denunciado anteriormente en esta columna, es que el agua se la roban todas las noches del año para llenar las pipas de los vendedores de agua que pertenecen a empleados altos y medios de la municipalidad y Empagua, según fuentes de alta credibilidad.

Ahora, con pretexto “oficial”, venden el agua a los usuarios a quienes se la han robado. Este es un crimen de lesa humanidad, apegados a los efectos del Estatuto de la Corte Penal Internacional aprobada en julio de 1998.

Mientras, la Procuraduría de los Derechos Humanos… vuela barrilete.

Roberto Arías

robertoarias@outlook.com.ar

Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

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