Claudia Escobar. PhD.
claudiaescobarm@alumni.harvard.edu
Apoyar la lucha contra la corrupción es uno de los objetivos del Banco Interamericano de Desarrollo -BID-, el cual promueve, en Washington junto al Diálogo Interamericano, una serie de encuentros sobre “Anticorrupción, Transparencia e Integridad en América”.
El Banco tiene claro que “Cuando hay corrupción no hay desarrollo”. Pues, como indicó Roberto de Michele, la corrupción absorbe y destruye los esfuerzos que hacen los países miembros del BID al enfrentar los temas de pobreza, de desigualdad y para que haya más inversiones.
En el primer encuentro se realizó un interesante panel moderado por Michael Camilleri, donde un grupo de fiscales e investigadores -que conocen de primera mano los retos que conlleva realizar investigaciones en contra de personajes influyentes- analizaron las circunstancias que en los distintos países facilitan investigaciones de casos de corrupción; mientras en otros casos los logros son mínimos y algunos prefieren mantenerse en la impunidad.
Según José Ugaz ex Fiscal del Estado en Perú, quien logró la investigación del expresidente Fujimori y de Montesinos, en América Latina hay dos temas que son fundamentales para entender lo que sucede con las investigaciones en la región. El primero, es que la corrupción no es coyuntural; es un problema sistémico esté incrustado en las estructuras de los Estados; es histórico y ha sido persistente. Por lo que -con contadas excepciones- la mayoría de los países siempre han tenido ciclos altos o muy altos de corrupción.
El otro factor que, Ugaz indica es importante se refiere a que la corrupción administrativa está muy extendida y se ha normalizado. Para muchos ciudadanos es normal pagar una mordida. Además, indica que lo grave es la gran corrupción tiene un efecto directo en los Derechos Humanos. Sin embargo, a su criterio que cuando existen jueces y fiscales independientes se pueden lograr investigaciones importantes.
Rodrigo Janot, ex Procurador de Brasil, considera que en su país los avances en casos de corrupción se lograron porque existe un sistema de designación de funcionarios del Sistema de Justicia totalmente independiente, que no está sujeto a procesos políticos. Pero también, que los fiscales de la misma manera tienen independencia interna para llevar a cabo investigaciones -sin presiones.
De acuerdo con Claudia Paz y Paz, ex Fiscal General de Guatemala, es necesario que los funcionarios tengan las competencias necesarias y cuenten con herramientas materiales efectivas. Sin embargo, el factor más importante es voluntad política -al más alto nivel- en las instituciones de justicia.
El ex consejero del FBI, Kevin Gingras puntualizó que: la ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero -FCPA facilita que los Estados Unidos pueda colaborar con las investigaciones en otros países de la región y que el trabajo en equipo permita avances en la lucha contra la corrupción.
Para los ciudadanos que deseamos que nuestro país salga del subdesarrollo, donde lo han mantenido los gobernantes corruptos, es necesario entender cuáles son las condiciones que permiten combatir la corrupción de forma efectiva. Solo así podemos exigir a los políticos, que pretenden gobernar el país, que generen dichas condiciones y faciliten la rendición de cuentas. ¡Guatemala no puede retroceder en el combate a la corrupción!