Sin esperanzas de un futuro mejor, las familias de un sector de la aldea El Chupadero viven en medio de la pobreza y el olvido, relegados por el Estado y sin programas de políticas públicas que les otorguen herramientas para sobresalir.
Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
Delmy, una niña del lugar, sueña con convertirse en maestra para ayudar a su comunidad a superarse, pero la situación de abandono en la que vive junto con su familia y el resto de pobladores es determinante para que logre sus metas.
Para las familias de Epifanio, Filiberto y muchas más, la situación es precaria porque varios no tienen agua potable, energía eléctrica y la carretera que conduce a su aldea es de terracería, a pesar de que está localizada a escasos kilómetros de Nueva Santa Rosa, municipio de Santa Rosa.
Tampoco tienen fuentes de empleo ni orientación que los motive a emprender algún negocio en su comunidad que sean distintas a la agricultura, oficio que en los últimos años se ha visto afectado por la sequía y los bajos precios del café.
Sobre las condiciones en que sobreviven estas familias, analistas y migrantes consultados por La Hora Voz del Migrante señalaron que esto refleja el abandono estatal y la ausencia de políticas públicas integrales que sean empleadas en comunidades en donde prevalecen la pobreza y la migración.
Las carencias son evidentes en La Carreta, las familias toman agua de un manantial que se encuentra en medio de un bosque en el que cultivan café y al que tienen acceso por medio de un camino entre zanjas.
El pozo de donde extraen el agua les sirve a los pobladores para lavar ropa y para consumo diario, hasta hace poco las familias recibieron un filtro como donativo para beber agua de forma más segura.
Delmy, una niña de 9 años nos mostró el lugar, actualmente cursa tercero primaria y sueña con ser maestra, asegura que casi no se enferma, pero menciona que a su hermana sí le ha ocurrido, porque la han llevado al hospital de Cuilapa por neumonía y otro tipo de padecimientos.
“Mi hermanita que anda ahí la han llevado muchas veces a Cuilapa porque le da pulmonía y mi mamá le compra medicamentos, antes mi mamá trabajaba en un comedor, pero ahora trabaja en una tortillería. Mi papá trabaja como albañil, pero ahora se fue a Guatemala”, comentó.
Los fines de semana la niña viaja hasta el municipio con su papá, pues acostumbra comprar frutas, entre semana usualmente come frijoles y tortillas, a veces con queso.
Delmy sueña convertirse en maestra, pero las condiciones en las que vive en la comunidad no son las adecuadas para su desarrollo personal, por lo que lograrlo resultaría complejo.
FILIBERTO: CASI SIEMPRE COMEMOS MAÍZ Y FRÍJOL
Filiberto Morales, un poblador del lugar, se dedica a la siembra de café, frijol y maíz, sin embargo, la sequía los ha afectado en los últimos años, agudizando la situación de las familias.
“La canícula estuvo fregada, no hubo maíz, pero de todos modos ahí vamos pasando poco a poco, total qué podemos hacer, aquí uno vive pobremente con su maíz y frijol, que eso es lo que comemos casi siempre”, destacó.
La casa no tiene drenaje, aunque sí cuenta con energía eléctrica y un pequeño radio con el que escuchan música. El entrevistado vive en la aldea junto con su esposa y sus seis hijos, la mayoría de ellos tienen menos de 10 años.
En ese lugar, decenas de familias se dedican al mismo oficio, pero las sequías de los últimos años, los han perjudicado, principalmente porque los cultivos que trabajan son empleados para el consumo familiar.
NO RECIBIERON APOYO POR SEQUÍA
Además, Filiberto refirió que en otros años han recibido ayudas de parte del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), pero ahora no les han informado de nada, aunque sabe que a algunos agricultores en otros lugares sí les entregaron algún tipo de apoyo.
En caso de necesitar atención médica, las personas viajan hasta el municipio de Nueva Santa Rosa y cuando son casos de emergencia deben ir hasta el Hospital Nacional de Cuilapa o hasta el Hospital General San Juan de Dios y el Roosevelt.
EPIFANIO: SUFRE DE CEGUERA Y EN SU CASA NO TIENEN ENERGÍA ELÉCTRICA
Don Epifanio, de 70 años, permanece sentado en una casa de adobe con piso de tierra y techo de lámina, pero desde hace años la ceguera no le permite realizar muchas actividades, puede oír, pero poco a poco ha ido perdiendo esa capacidad.
Sus tiempos de comida se limitan a un plato de frijoles, a veces arroz y sus tortillas, en cuanto a carne dijo que consume muy poca y solo cuando su hija gana dinero extra en el pueblo.
“Aquí solo hay agua nacida y del pozo, cuando se enferma uno y así como estoy yo ahora me cuesta, entonces les hablo a mis nietas y ellas me hacen el favor de sacarme de aquí, a mí lo que me pasó es que me quede ciego, pero es porque he trabajado mucho en el sol en el trapiche”, dijo.
Su esposa falleció hace algunos años, padecía una enfermedad renal y tras una operación en el Hospital de Cuilapa ya no regresó a su casa, “aquí enfermarse es duro, así como estoy solo, salgo a pie porque no hay dinero y para allá son como dos horas y, además, cuesta que le den jaloncito a uno”, explica.
El entrevistado refiere que en su casa no tienen energía eléctrica, drenajes y agua potable, porque la que usan para consumo diario, al igual que lo hace el resto de habitantes, nace de un manantial. Las noches en la vivienda solo son iluminadas con candelas que compran en el pueblo.
Aunque a veces siente dolor de estómago, don Epifanio no toma ninguna medicina porque no tienen dinero para comprarla y menos para ir a un médico.
“Como no miro me ayudo con esta muleta para caminar porque si toco un paredoncito entonces ya me voy guiando porque ya ve como me cuesta andar por aquí, yo me desespero, antes yo me iba temprano a trabajar a eso de las siete de la mañana y volvía por la mera tarde, pero ese trabajo me fue acabando”, dice de manera coloquial.
ACCESO DIFÍCIL A LA ALDEA
El acceso hasta el lugar es complicado si se hace en vehículo sencillo, al sitio no ingresa transporte colectivo porque el camino es angosto y lleno de grandes rocas, todo el trayecto es de terracería. Durante el invierno, las familias relatan que el ingreso hasta el lugar se complica aún más.
Según relataron, hace algunos años una corriente de agua acompañada de rocas destruyó algunas casas que con el tiempo volvieron a construir.
Aunque las familias viven a escasos kilómetros del municipio de Nueva Santa Rosa más o menos desarrollado, las condiciones en las que ellos sobreviven evidencian el abandono en el que la población se ha mantenido sin acceso a programas sociales.
En la comunidad siembran café, pero reconocen que con el tiempo se ha convertido en una siembra compleja por los bajos precios que ha registrado, algunos de los padres deben migrar hacia otros lugares en búsqueda de trabajo.
Asimismo, relatan que aunque logran sobrevivir con la producción de miel para consumo propio, tanto blanca como de colmena, hasta ahora nadie les ha explicado cómo potenciar sus capacidades y convertirlo en producto que puedan comercializar.
MARCO ANTONIO LORENZANA: POLÍTICAS PÚBLICAS NO SON SÓLIDAS
Marco Antonio Lorenzana, un migrante radicado en Kansas, originario del departamento de Santa Rosa, expresó que es evidente que estas comunidades en el interior del país viven en condiciones de precariedad porque no existe un programa de políticas públicas integral.
“El Estado de Guatemala tiene la obligación de garantizar a las personas, la vida, salud, la integridad física, entonces partiendo de esa premisa, nuestra Constitución le ordena al Estado de que debe implementar todas estas políticas para garantizar la vida y salud”, dijo.
Lorenzana considera que en Guatemala existen políticas públicas, sin embargo, las mismas no son duraderas y solo se mantienen por un tiempo, “no son sólidas ni duraderas, en cada cambio de Gobierno cambian, pero necesitamos políticas públicas que duren a través del tiempo”.
Para el entrevistado, esa desatención es la que tiene a casi un 60 por ciento de la población viviendo en condiciones de pobreza que afecta mayormente a la niñez.
MARVIN OTZOY: COMUNIDADES VIVEN CON AUSENCIA DEL ESTADO
El migrante Marvin Otzoy, quien es economista, explicó que cuando se leen historias de este tipo, se nota claramente que existe una total ausencia del Estado en las comunidades, donde no existe implementación de políticas públicas.
“Si desde el principio de un Gobierno se carece de una política pública en donde los encargados no tienen la conciencia real de implementarla, lastimosamente los pueblos olvidados van a permanecer ahí y se necesita no solamente llevarlo a cabo, sino integrar a la parte ejecutora, gente que conozca del tema de diseño de proyectos de desarrollo integrados que lleguen a comunidades necesitadas”, comentó.
Otzoy dijo que es bastante penoso que comunidades como La Carreta se mantengan en el anonimato y sin poder exponer las condiciones en las que viven.
La ausencia de políticas públicas, para el economista, también guarda relación con la migración que se mantiene en el país, porque al final la población lo que busca es sobrevivir y de no encontrar condiciones en sus comunidades busca otro lugar donde encuentren lo que necesiten.
“Mientras no se ataque este problema de fondo la migración seguirá, todo lo demás es un discurso acerca de lo que se puede hacer por las migraciones, pero no atacamos la raíz de los problemas, hace falta el acompañamiento de políticas públicas enfocado en las áreas de desarrollo donde se originan las migraciones”, comentó.
Al final los responsables de robar ese futuro, son la corrupción e impunidad, responsables de tener como víctimas a estas personas que viven en el abandono, opinó.
OCHAETA: DEBE EXISTIR UNA POLÍTICA INTEGRAL Y NO PALIATIVA
Para el experto en políticas públicas, Ronalth Ochaeta, en el país existe un problema de capacidad estatal, porque es necesario que las familias cuenten con servicios mínimos, entre los que se encuentran, salud, educación, saneamiento, entre otros.
Por ello, el experto señala que el papel de las municipalidades es indispensable puesto que los puestos de salud y escuelas necesitan de mejoras acordes a las características poblacionales y demográficas.
A decir de Ochaeta, las políticas sociales, de desarrollo, educación, salud, entre otras, deben ir acompañadas para generar procesos de fortalecimiento económico y también de bonos que identifiquen necesidades de la población y que generen dinamismo.
“No existe un diseño de política pública que sea adecuado a las poblaciones que se da mucho en los lugares en donde es más sensible el tema de la desnutrición crónica, que queremos solucionarlo con micronutrientes, como “Vita cereal” y eso, pero eso no resuelve el problema que hay”, explicó.
Para lograr que las políticas de desarrollo públicas funcionen, el experto señala que debe existir un sistema que contemple servicios básicos y proyectos acordes al lugar en el que se aplican.
“En concreto el diseño de las políticas públicas lo que busca es atacar el problema, pero no lo ataca de manera integral sino que lo hace de manera paliativa, y esa es la realidad que si queremos cambiar por ejemplo a Santa Rosa con los niños, debemos de dejar de generar esa política paliativa porque se necesita una más integral que genere resultados a largo plazo”, comentó.
PERNILLO: HAY FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA
Jorge Pernillo, coordinador de nutrición de la Universidad Panamericana (Upana), explicó que Guatemala es uno de los pocos países en América que tiene políticas que atienden a la seguridad alimentaria y en 2005 se aprobó un sistema de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Guatemala, sin embargo a trece años de su creación no muestra resultados sustanciales.
“El año pasado hicimos un pequeño estudio de por qué no tenía impacto la política de seguridad alimentaria con varios expertos, y la causa de esto es la falta de voluntad política de los funcionarios de turnos, por ejemplo, un Alcalde debería implementar esa parte de la política, debería de ser saneamiento ambiental, agua”, comentó.
Pernillo dijo que cada ministerio debe mostrar resultados con cada uno de sus roles, sin embargo, no se ha cumplido, “la voluntad política se traslada a asignar suficiente presupuesto, suficiente personal y tener prioridad en el país”.
En lugares como La Carreta, no se ven mejoras, por lo que se necesitaría de un verdadero debate político que discuta sobre la necesidad de reducir los índices de pobreza extrema, desnutrición y reducción de la desigualdad, indicó.
“Tenemos muy buena normativa… lo único hay que tener políticos que piensen en el mañana, para un futuro de niñez con menos pobreza”, dijo.
COYOY: HAY RECURSOS PERO MAL UTILIZADOS
El economista, Erick Coyoy, opina que lo que se tiene ahora es un sistema de Consejos de Desarrollo que no funcionan como deberían porque si bien existen recursos para atender las comunidades, a través de los mismos el esquema no funciona porque prácticamente los recursos son desviados a otros propósitos.
Coyoy dijo que las condiciones precarias no se encuentran en todas las comunidades, sin embargo, sí están presentes en la mayor parte del país.
“La ley sí contempla recursos para el sistema de consejos, el problema es que es una actividad que se ha politizado eminentemente, se forman bolsones de corrupción entre diputados distritales, gobernadores y alcaldes que impiden que los recursos lleguen a las comunidades y son desviados a malversación”, anotó.
El experto destacó que uno de los aspectos que se puede poner como ejemplo es que en las comunas invierten en otros aspectos, que no son tan importantes como el agua y saneamiento de las aldeas, porque usualmente son politizados los recursos.
“Los recursos aunque no son suficientes sí existen… la municipalidad más pequeña del país recibirá unos 80 millones de quetzales al año, es decir recursos hay pero muy mal utilizados. La ausencia de políticas pareciera no ser el problema, pero realmente está el mal uso de recursos y la ausencia de políticas integrales”, expresó.
Para reducir la pobreza, se debe enfocar un mejor uso de recursos, principalmente en comunidades rurales que se ubican más lejanas de las áreas urbanas.
“Tenemos un problema de falta de servicios públicos y también… de oportunidades de empleo entonces la población no encuentra oportunidades ni por el lado de trabajo ni por servicios públicos, no les queda otra más que salir en búsqueda de una opción de sobrevivencia”, anotó.
NAVAS: GOBIERNO TIENE RESPONSABILIDAD EN SITIOS CON MAYORES ÍNDICES DE MIGRACIÓN
Para Andrés Navas, economista de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (Asies), existe un grado de responsabilidad del Gobierno en cuanto a la ausencia en áreas más precarias, principalmente en departamentos en donde existen altos índices de migración, donde hay poca presencia del Estado y poca generación de oportunidades.
“Hay que analizar más a fondo cómo se pueden generar alternativas para que las familias tengan el rendimiento y los nutrientes que eso es todo lo importante para el desarrollo integral y eso se ata al segundo aspecto que es la educación que se tiene, pero hay que preguntarse a nivel de país si estamos generando cobertura y calidad”, comentó.
Navas señala que actualmente el Ministerio de Educación mantiene una complejidad por el tema de sindicatos y toda la gestión pública en los ejes educativos, con los que se necesita generar un valor agregado.
“Una política pública debe estar basada en objetivos que sean medibles y que tengan variables que sean identificables y que cualquier ciudadano pueda ver que está haciendo esta institución o cómo se evalué esta política pública esto es como parte de la transparencia”, añadió.
MAGA: EN SANTA ROSA SE BENEFICIÓ A MÁS DE 2,500 POR CANÍCULA PROLONGADA
El Departamento de Comunicación Social del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) explicó que para atender la crisis generada por la Canícula Prolongada, se entregaron dos cupones canjeables, cada uno por Q250, que las familias pueden cambiar por alimentos como huevos, aceite, pollo, entre otros.
Para elegir a los beneficiarios, indican que se priorizó a unas más de 280 mil personas y sus familias aunque se había estimado que serían 300 mil, de acuerdo a la disponibilidad presupuestaria. Para hacer la entrega se consideró las pérdidas de entre 50 y 100 por ciento de sus cosechas.
En el caso específico del municipio de Nueva Santa Rosa, explicaron que había asignados 2,779 beneficiarios, pero se entregaron 2,590 cupones, dado que el resto ya no se presentó a recibir el cupón, siendo 87 familias que lo recibieron en la aldea El Chupadero, que constituyeron los casos de personas mayormente afectadas.
Según el MAGA, hay probabilidades que se otorgue un tercer cupón, pero todo depende de asignaciones presupuestarias que tengan disponibles.
Sobre las personas que no recibieron este apoyo, dicha cartera refiere que es probable que al momento de verificar los casos individuales los mismos, no contaran con la afectación necesaria para ser considerados como beneficiarios.
En el Chupadero, el MAGA señaló que se han realizado varios proyectos con los que se busca apoyar a agricultores y productores agrícolas, entre los que destaca un huerto de semillas para hortalizas.
SEGÚN ALCALDE CASOS POR DESNUTRICIÓN RECIBEN AYUDA ALIMENTARIA
Enrique Arredondo, alcalde del municipio de Nueva Santa Rosa, comentó que para promover proyectos se realizan conversaciones con las diferentes instituciones, entre ellas la Secretaria de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), el Ministerio de Salud y otras entidades.
“Tenemos un programa municipal donde tratamos de hacerlo integral y darle a las personas, no solo apoyarlos en educación sino también en salud, también con programas sociales. Tenemos también detectadas a las personas que tienen desnutrición aguda o leve dentro del municipio a los cuales se les está dando ayuda alimentaria”, comentó el jefe edil.
Según Arredondo, la comunidad que visitó La Hora Voz del Migrante, cuenta con agua potable, “hoy por hoy 85 por ciento de Nueva Santa Rosa tiene agua potable, en 2012, tenía agua potable solo el 21 por ciento que era prácticamente el casco urbano”.
En los últimos siete años, Arredondo afirmó que la cobertura se ha ampliado, por lo que ahora son pocas las aldeas que no cuentan con acceso al servicio de agua potable.
“El Estado de Guatemala tiene la obligación de garantizar a las personas, la vida la salud, la integridad física, entonces partiendo de esa premisa, nuestra Constitución le ordena al Estado que debe implementar todas estas políticas para garantizar la vida y salud”.
MARCO ANTONIO LORENZANA –MIGRANTE-“Mientras no se ataque este problema de fondo la migración seguirá, todo lo demás es un discurso acerca de lo que se puede hacer por las migraciones, pero no atacamos la raíz de los problemas, hace falta el acompañamiento de políticas públicas enfocado en las áreas de desarrollo donde se originan las migraciones”.
MARVIN OTZOY –MIGRANTE-“En concreto el diseño de las políticas públicas lo que busca es atacar el problema, pero no lo ataca de manera integral sino que lo hace de manera paliativa y esa es la realidad que si queremos cambiar por ejemplo a Santa Rosa con los niños, debemos de dejar de generar esa política paliativa porque se necesita una más integral que genere resultados a largo plazo”.
RONALTH OCHAETA –ANALISTA EN POLÍTICAS PÚBLICAS-“Tenemos muy buena normativa… lo único hay que tener políticos que piensen en el mañana, para un futuro de niñez con menos pobreza”.
JORGE PERNILLO –EXPERTO-“Los recursos aunque no son suficientes sí existen… la municipalidad más pequeña del país recibirá unos 80 millones de quetzales al año, es decir recursos hay pero muy mal utilizados. La ausencia de políticas pareciera no ser el problema, pero realmente está el mal uso de recursos y la ausencia de políticas integrales”.
ERICK COYOY –ECONOMISTA-