Grecia Aguilera
Hace mucho tiempo en la lejana Ciudad de Bangkok o “Aldea de la Ciruela Silvestre”, capital de Tailandia, un 9 de junio de 1946 accedió al trono hasta su fallecimiento el 13 de octubre de 2016, Bhumibol Adulyadej quien durante su vida además de un rey, fue un auténtico músico de jazz con excelentes composiciones propias que él mismo interpretaba en su saxofón, instrumento que en la actualidad se exhibe en el Museo Nacional de Bangkok. Dentro de los maestros músicos que lo inspiraron a componer sus melodías, además de su hermoso gato siamés ‘Khun Tito’, mencionaré a Louis Armstrong, Sydney Bechet y al excelente saxofonista lírico de la banda de Duke Ellington, Johnny Hodges; también compartió el escenario con el destacado director de orquesta Claude Bolling. Durante su reinado creó su propio grupo musical llamado “Au Sau Wan Suk Band” que contó con la aceptación de los tailandeses. En 1964 fue declarado miembro honorario de la Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena, de igual forma la Universidad de Yale le otorgó en el año 2000 la Medalla Stanford por su contribución a la música, y en el año 2003 la Universidad de “North Texas College of Music” le otorgó el Doctorado Honorario en Música. El Rey Bhumibol Adulyadej amaba tanto la música que mandó a instalar una estación de radio en el Palacio Real para que desde allí se transmitieran sus conciertos. El mismo Rey relató en algún momento, cuando un alto funcionario, curioso de saber sobre su gusto por la música le afirmó: “Tocar jazz para usted es un pasatiempo”, a lo que el Soberano respondió: “Es el pasar el tiempo de mi propia vida”, quedando el funcionario y los demás presentes anonadados ante tal respuesta. Vinculado por naturaleza a la música demostró siempre su capacidad artística en cada una de sus presentaciones, convirtiendo sus melodías en verdaderas invenciones que quedaron grabadas en su álbum titulado “Las composiciones musicales de Su Majestad el Rey Bhumibol Adulyadej”, en este CD que recorre desde senderos armoniosos, alegres, rítmicos, cadenciosos e intensos, hasta románticos y apasionados, el Soberano deja escapar su libertad y estilo personal. Asimismo manifiesta su ingeniosidad para la improvisación musical que pasa el umbral de la fantasía a la realidad, por lo que pienso que por momentos de “Su Majestad el Rey” pasa a ser un excelente músico de jazz. La primera pieza del álbum se titula “The Candlelight blues”, parte de los versos expresan: “El azul de la luz de las velas/ brilla bajo mi único amor/ te extraño/ te veo junto a mí./ Deseo que todos tus sueños se hagan realidad/ simplemente a la luz de las velas/ que iluminaban/ cuando me abrazaste fuerte./ A la luz de las velas/ siempre te recuerdo/ y recuerdo cuando me besaste.” En el 2006 en Hollywood, California el reconocido guitarrista Larry Carlton grabó el álbum titulado “The Jazz King” con motivo de conmemorarse el 60 aniversario del reinado de Bhumibol Adulyadej, así como también al año siguiente la celebración de su 80 cumpleaños; cada una de las piezas del álbum es ejecutada magistralmente. Con las melodías del Rey Bhumibol Adulyadej he recordado mi poema dedicado a la música que manifiesta: “En nombre de la música/ sea mi espíritu/ raigambre del alma/ éxtasis embeleso/ acariciante terciopelo/ vehemente y delicada/ vestidura de mi piel./ Sea mi corazón armonía/ dúctil plumaje mis mejillas/ tímpano mi tez en madrugada./ En nombre de la música/ sean mis ojos perspectiva/ luciérnagas errantes/ irisación prisma y alianza/ matiz tornasol de esperanza./ Sea mi hálito un canto/ copla himno plegaria/ salmo en tifón de alabanza./ Sea mi cuerpo iluminado/ panorama antífona paisaje/ luminar fruición quintaesencia/ el todo absoluto/ en nombre de la música.”