El atleta Mario Pacay, originario de la aldea San Pablo Xucaneb, Cobán, Alta Verapaz, ha destacado no solo por sus triunfos en el ámbito deportivo, sino por su determinación y ejemplo de perseverancia. Pacay es un héroe en su tierra y reflejo de la juventud guatemalteca, además, diariamente se pone sus tenis y trabaja para representar a su país haciendo la diferencia dentro y fuera de las fronteras.
Por Margarita Girón
jgiron@lahora.com.gt
El pasado 20 de enero, Pacay hizo historia en el atletismo guatemalteco. Durante la prueba de 21 kilómetros, en la Medio Maratón de Houston 2019, impuso un récord nacional al cruzar la meta final con un tiempo de 1 hora, 3 minutos y 49 segundos. Además, de superar su propia marca, el atleta alcanzó y dejó atrás a Amado García, quien, en el 2016, alcanzó un tiempo de 1h:04:20 en Polonia.
Para conocer aspectos que van más allá de las competiciones del atleta, en una entrevista para La Hora Voz del Migrante, el deportista, de 21 años, compartió sus logros, retos y metas.
Diario La Hora: Crecer en el área rural de Guatemala, ya constituye un reto para los jóvenes guatemaltecos que buscan destacar no solo en el ámbito deportivo, sino en aspectos de desarrollo en general, puedes describir ¿cómo era la vida durante tu infancia en San Pablo Xucaneb?
Mario Pacay: Mi papá se dedica a la agricultura, desde pequeño, él me enseñó a trabajar en el campo, aprendí a trabajar la tierra y a sembrar frijol, maíz, brócoli y papas. Estudie la Primaria en escuela de la comunidad y en mi tiempo libre jugaba pelota con mis amigos en la calle o en el patio de la casa.
LH: ¿Cómo surgió el interés por participar en actividades deportivas como maratonista?
MP: Eso empezó hace 6 años, en la comunidad hicieron una carrera un 15 de septiembre, yo participé y gané el tercer lugar, recuerdo que me dieron un trofeo y eso fue una motivación para mí. Desde ese entonces no paré y seguí preparándome; en ese entonces tenía 15 años, en noviembre de ese mismo año volví a correr y gané otra vez el tercer lugar, solo que esta vez no gané solo un trofeo, sino que me dieron Q350, en ese entonces ganar esa cantidad de dinero en 27 minutos era bastante para mí.
Con ese dinero compré mis primeros tenis para correr en una venta de zapatos americanos, cuando empecé tenía zapatos de hule y poder comprar unos zapatos para practicar fue una gran alegría y motivación para mí.
Mi primera participación en la capital fue en 2014, en una competición organizada por una entidad bancaria, allí gané la categoría juvenil y así fue como comenzó todo.
LH: Hasta el momento ¿Cuál ha sido el triunfo más representativo que has tenido a nivel deportivo?
MP: El triunfo más grande fue el año pasado, logré ganar dos medallas de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla Colombia, no solo fue ganar la medalla, logré algo histórico ya que desde hace 65 años no se había ganado una medalla en esas categorías.
LH: Los triunfos, a nivel personal te motivan a continuar, pero ¿qué significa representar a Guatemala?
MP: Significa un orgullo y a la vez una responsabilidad. Llevar la bandera de Guatemala en el pecho es un compromiso y la posibilidad poder dar lo mejor de uno en una competencia en la que estás representando a tu país.
LH: Luego de ganar en Barranquilla, regresaste a Guatemala y volviste a la realidad que viven muchos atletas en el país, incluso viajaste hasta Cobán en bus, (un viaje que dura aproximadamente 5 horas) ¿cómo fue el recibimiento en San Pablo Xucaneb y cómo viviste esa vuelta a la realidad?
MP: Cuando volví, me dieron una bienvenida grande esa vez cubrieron los medios de comunicación. Pero, lo del bus es la realidad que vivo, para mí usar transporte público no es sinónimo de obstáculo; desde pequeño me ha costado conseguir lo que anhelo, al inicio no tenía ni zapatos y trabajé por ellos, entonces los obstáculos son para mí una motivación, también lo es saber que mi familia necesita comer y saber que tengo que dar lo mejor siempre para poder estar mejor económicamente y representar a mi país en lo más alto.
LH: ¿Consideras que Guatemala es un país que le apuesta a sus atletas?
MP: Sí, pero no es fácil, aquí los atletas deben poner mucho de su parte para poder llegar a un alto nivel y así poder tener el apoyo necesario. Durante el comienzo ese apoyo no existe, los directivos no lo reconocen a uno, pero cuando el nivel del atleta aumenta y el apoyo empieza a crecer. A mí me tomó dos años empezar a recibir patrocinio, apoyo por parte del Estado no recibí.
Al federarse, tampoco se recibe apoyo, aunque uno gane competencias. Sin embargo, cuando uno gana en el ciclo olímpico puede optar a una beca y así es como nos apoyan, pero es por parte del Comité Olímpico y no de las federaciones.
LH: ¿Cómo es un día en la vida de Mario Pacay?
MP: Cuando estoy en la capital entreno diariamente, inicio a las 6 horas y dependiendo del lugar así es el tiempo que dura, luego debo recibir un masaje por el esfuerzo que el cuerpo realiza, puedo tomar un descanso de 2 horas luego de almorzar y luego otra fase de entrenamiento por la tarde que no es tan pesado como en la mañana, pero sirve de recuperación y me permite continuar con el ritmo al siguiente día.
Ahora, cuando voy a Cobán, aprovecho para descansar, siempre salgo a correr, pero no es igual el ritmo, por eso aprovecho cuando puedo viajar.
LH: ¿Cuáles son las metas que tienes a nivel deportivo?
MP: En abril participaré en unas competiciones en Los Ángeles California, estas no son por medallas, sino para mejorar mis tiempos. La meta más próxima a nivel de competiciones para este año son los Juegos Panamericanos en Lima, Perú en los meses de Julio y Agosto.
A largo plazo espero poder participar en los juegos olímpicos, pero para eso tengo que trabajar duro.
LH: Si pudieras visualizar una Guatemala distinta a la que te has enfrentado en cuanto a oportunidades y apoyo, ¿cómo sería esa Guatemala?
MP: Sería diferente, he visitado otros países en donde se apoya a los deportistas, acá no hay apoyo a los atletas y si no hay otros medios para generar ingresos, los deportistas deben abandonar sus sueños y ya no continúan entrenando, aunque exista el potencial. Guatemala tiene grandes atletas y si se apoyaran, sería diferente y la realidad de muchos jóvenes sería otra.
LH: ¿Cómo vive la comunidad en San Pablo Xucaneb?
MP: Las personas trabajan mucho en el campo con la siembra de cultivos, hay acceso a la educación, hay escuela y un instituto de nivel Básico, aún falta un lugar que imparta carreras de nivel Medio, pero se está avanzando.
LH: Es importante combinar el deporte con la preparación académica, a pesar de los horarios y los viajes en tu caso ¿continuaste con tus estudios?
MP: Este año empecé la universidad, decidí estudiar Administración de Empresas, está muy difícil, luego de entrenar quedo agotado, al final ya no hay fuerzas para hacer las tareas, pero es un esfuerzo que tengo que hacer y lograr el hábito de estudiar luego de tres años de ausencia.
LH: ¿Qué te motiva a continuar?
MP: Me motivan mis padres, mis metas y mis sueños, por ellos me levanto temprano y cada día trabajo por mis objetivos.
LH: ¿Cómo te visualizas en 5 años?
MP: Me visualizo como un atleta olímpico, primero Dios logro clasificar en esta etapa, sino continuaré trabajando hasta lograr entre los primeros 10 atletas del mundo.
LH: ¿A quiénes admiras?
MP: Tengo atletas a quienes admiro a nivel nacional e internacional, en Guatemala admiro a Erick Barrondo, él fue un ejemplo, poder lograr una medalla de oro en Londres fue histórico y no dudo que le dará más medallas a Guatemala.
A nivel internacional admiro a Haile Gebrselassie -atleta de Etiopía-, en su momento fue muy bueno, hay gente que nos motiva a seguir trabajando más cada día.
LH: ¿De qué forma puede crecer un deportista en Guatemala? ¿qué necesita?
MP: Uno puede crecer, pero tiene que ver mucho el rendimiento que se maneja, ganar competencias, por ejemplo, Barrondo creció en el deporte, no solo en su nivel físico, sino que económicamente ha logrado un poco más de apoyo gracias a su trabajo y esfuerzo.
Si a alguien le gusta el deporte debe demostrarlo, existen más de 400 disciplinas para poder escoger, lo importante es que a uno le gusta porque no todos tienen las mismas habilidades. Pero lo importante es dar el primer paso.
LH: ¿Cómo definirías lo que Guatemala significa para ti?
MP: Es difícil, para mí primero sería orgullo, responsabilidad y también es un sueño, representar dignamente al país es un reto.
LH: Respecto a tu último triunfo en Houston ¿recibiste apoyo por parte de alguna entidad u organización para realizar el viaje y cómo lo viviste?
MP: Logramos conseguir patrocinio de una empresa privada, ellos pagaron todo desde la comida hasta el hospedaje, habíamos conversado con los representantes del Comité Olímpico y dijeron que ellos pagarían el viaje y al final no lo hicieron, mi entrenador Carlos Trejo, me dijo que, si el Comité no pagaba, él como entrenador correría con los gastos, pero conseguimos el apoyo de esta empresa y logramos costear el viaje.
Respecto a la competición, venía trabajando desde el año pasado, ese día me levanté con mucha energía, me sentía bien, yo iba tomando el tiempo y ver que iba bien me motivó. Antes del banderazo de salida solo pensaba en llegar a la meta, a veces al llegar al kilómetro 18 uno va agotado, pero cuestión de seguir y lograr cruzar la línea de meta.
Detrás de cada triunfo hay un trabajo, nosotros lo hacemos todos los días, de eso se trata y así es como se consiguen los resultados.
Yo pienso siempre en mi familia, en mi país y en la gente que cree en mí, desde las empresas hasta los guatemaltecos que están pendientes de mi trabajo. Uno no quiere fallar y siempre el sueño es dar alegría a todos.
LH: ¿Qué le dices a esos guatemaltecos que han tenido que buscar esos sueños fuera del país?
MP: Ellos buscaron un sueño, salir adelante y buscar mejores condiciones para sus familias, yo sigo trabajando aquí, ellos tuvieron que marcharse, pero trabajando juntos, cualquier sueño se puede lograr.