Por Margarita Girón
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Marlon Anleu retornó a Guatemala en 2015 luego de vivir más de 15 años en Estados Unidos, su experiencia; como la de muchos guatemaltecos que han sido deportados, es el reflejo de una sociedad que excluye a quienes han sido obligados a despertar del Sueño Americano para enfrentar el estigma social y laboral.
La Hora Voz del Migrante, conversó con el connacional, quien relató su experiencia y describió el calvario que ha vivido, no solo por regresar a Guatemala sin oportunidades laborales, sino al haber sido separado de su hijo, quien actualmente vive junto a su expareja en EE. UU.
LA VIDA LEJOS DE GUATEMALA
Marlon indicó que viajó a Estados Unidos varias veces desde la infancia, su niñez y adolescencia estuvo rodeada de situaciones que lo llevaron a conocer a las “personas equivocadas”, la mayor parte del tiempo vivió una vida tranquila en Chicago. A criterio de Marlon, vivir en Estados Unidos fue fácil, hasta que en el año 2000, tuvo que trabajar y dejar amistades que en algún momento le involucraron en un problema que tuvo consecuencias legales para el connacional.
La habilidad de Marlon para trabajar en distintas áreas le dio la oportunidad de hacer una vida nueva, conoció a su expareja, con quien procreó un niño. La vida de Marlon transcurrió con tranquilidad hasta una mañana de 2015.
“Yo iba a bañarme cuando tocaron a la puerta, me dijeron que era la policía, entonces les indiqué que me dieran un momento, mientras terminaba de ducharme, yo no iba a fugarme. Mi sorpresa fue que al abrir la puerta quienes esperaban eran agentes del ICE, en ese momento pasaron mil cosas por mi mente y sabía que era el final”, dijo el entrevistado.
Marlon relató que en ese tiempo aún se recuperaba de una lesión sufrida en el trabajo. Al hablar con el personal del Consulado el connacional indicó que le prometieron hacer todo lo posible para evitar su deportación, ya que de acuerdo al entrevistado, esperaba que la empresa para la que laboraba le diera una cantidad de dinero derivada de los problemas de salud que sufrió dentro del trabajo; sin embargo, eso nunca pasó y Marlon aún busca cómo recibir asesoría para recuperar el dinero perdido”, indicó.
DE VUELTA AL PAÍS
Marlon indicó que el regreso a Guatemala ha sido una experiencia desalentadora, “lo que más me duele es que allá (en EE. UU), está mi baby (refiriéndose a su hijo), mi chica no me deja ni hablar con él y lo que más deseo es volver a verlo”, dijo el entrevistado con voz quebrada.
Sumado a la ausencia de su familia, el estigma social de un guatemalteco que regresa con una lesión en su cuerpo que no pudo ser tratada, además de ser víctima del prejuicio, lo cual dificultó que Marlon consiga un empleo. Además, el dinero que ganó durante su estadía en Estados Unidos “se perdió”, por falta de asesoría y apoyo consular en el momento de la deportación, agregó.
Desde 2015, Marlon ha vivido con su madre, ya que de acuerdo a su relato, toda su familia radica en Estados Unidos. “Después de un tiempo me dije, tienes que hacer algo contigo, yo me estaba poniendo muy mal, debido al estrés ocasionado por la ausencia de mi hijo, el problema con el dinero que dejé allá y mi salud”, destacó.
Marlon señaló que no sabía que en Guatemala existen organizaciones que trabajan por los migrantes. Para el entrevistado llegar a Te Conecta, un proyecto que busca crear conexiones laborales entre empresas y retornados, se convirtió en una nueva oportunidad para salir adelante.
El connacional actualmente se encuentra en proceso de capacitación y espera pronto poder colocarse en un Call Center.
“Es importante conseguir trabajo para poder salir adelante en Guatemala, aunque cada día mi sueño es volver a ver a mi hijo, yo espero un día volver a estar junto a él. Lo extraño y anhelo verlo pronto”, dijo el entrevistado.
Además, destacó que aunque podría viajar de forma irregular, no quiere arriesgarse a ser detenido de nuevo. “Yo solo quiero un permiso para poder viajar y ver a mi hijo, también quiero solucionar el problema de mi dinero, es mi patrimonio y aunque consiga un trabajo aquí, muchas partes de mi vida quedaron allá”, resaltó.