POR SUZAN FRASER Y ALBERT AJI/AP
Damasco, Siria
El presidente turco dijo que sus fuerzas crearán una «zona de seguridad» de 32 kilómetros de ancho en el norte de Siria y que pedirá ayuda logística y financiera a Estados Unidos y otros aliados con ese fin.
Recep Tayyip Erdogan hizo el anuncio cuando el nuevo enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, arribó a Damasco en su primera visita al país desde que asumió en enero.
El mandatario dijo en un discurso en el Parlamento que la zona mantendrá a los «terroristas afuera», protegerá a los civiles y detendrá el flujo de refugiados.
Erdogan y Donald Trump discutieron el asunto en una llamada telefónica el lunes por la noche en la que aparentemente se buscó una distensión, después que el presidente estadounidense amenazó por Twitter a Turquía con dañar su economía si atacaba a las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos en Siria.
Ankara sostiene que las fuerzas kurdas en Siria son terroristas alineados con una insurgencia dentro de su propio territorio.
Erdogan dijo que los dos mandatarios llegaron a un «entendimiento de importancia histórica».
«Si las fuerzas de la coalición y especialmente Estados Unidos, si nos dan apoyo logístico y financiero con la condición de proteger la seguridad de la gente allí, lograríamos esa zona segura», dijo.
Insinuó que la zona podría extenderse más allá de los 32 kilómetros. «Este es un aspecto que nuestros amigos pueden discutir y evaluar y que yo observo positivamente», añadió.
En Damasco, Pedersen dijo que espera mantener discusiones productivas con las autoridades sirias. Habló brevemente con la prensa a su arribo, antes de dirigirse a una reunión con el canciller sirio Walid al-Moallem.
Según informes de la prensa estatal, al-Moallem dijo que Siria está dispuesta a colaborar con Pedersen en busca de una solución política y añadió que cualquier acuerdo debe basarse en la «erradicación del terrorismo y poner fin a toda presencia extranjera ilegítima en territorio sirio».
El veterano diplomático noruego sucedió a Staffan de Mistura, quien renunció después de cuatro años y cuatro meses de gestiones infructíferas.