Roberto Arías

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Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

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Roberto Arias

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.
(Versión Reina Valera 1960).

Guatemala es uno de los países bananeros, como despectivamente nos llaman los gringos, que han sido gobernados por el terror con la “Política del Gran Garrote”. El famoso “Big Stick” de Teodoro Roosevelt determinó muchas operaciones políticas y sirvió para dar identidad a la doctrina global que aplicó como Presidente de los Estados Unidos -1901-1909-. La frase, tomada de un proverbio africano era: «habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos».

Ese concepto instruye el atrevimiento de Roosevelt para realizar negociaciones y pactos con sus adversarios internos y externos, pero siempre considerando la posibilidad de una acción violenta como modo de coacción. Aplicada a la política de Estados Unidos en América Latina, la frase expresaba que el régimen de Roosevelt podía forzar a los países latinoamericanos, particularmente a los costeros de la ahora llamada Cuenca del Caribe, con una intervención armada.

Ese concepto señala el inicio del imperialismo estadounidense y de su actitud como potencia mundial. En Latinoamérica iniciaría un oleaje de dominio político y económico gringo (a inicios del siglo XX) justificada en la marcada extensión del «derecho» de Estados Unidos a intervenir en asuntos de otros países en defensa de los intereses de ciudadanos estadounidenses.

Con esa idea, Roosevelt decía que los trastornos internos de las repúblicas latinoamericanas instituían problemas para las operaciones de las compañías comerciales gringas fundadas en dichos países y, como resultado los Estados Unidos se debían arrogar la autoridad de «restablecer el orden», primero obligando a los dirigentes locales con las ventajas de disfrutar del apoyo político y económico de Washington («hablar de manera suave») y, en definitiva acudiendo a la intromisión armada (el «Gran Garrote») en caso de no obtener resultados favorables a sus intereses.

A la despiadada política del “gran garrote”, para dominación mundial, los gringos añadieron “La Doctrina Monroe”. Ésta afirmaba que Estados Unidos actuará a fin de evitar intervenciones provenientes de fuera del continente americano (esencialmente de los países europeos). Se ha resumido, en la famosa frase «América para los americanos», con la indignante secuela que la frase llegó a adquirir el sarcástico sentido de «América para los estadounidenses».

En Guatemala, utilizando la política del “Gran garrote” durante el mandato del militar Dwight David Eisenhower -1953-1961; el jefe de la CIA, Allen Dulles, y el embajador estadounidense en Guatemala, John Peurifoy regalaban dinero a los comandantes militares (como siempre), mientras que los indígenas trabajan como esclavos con los míseros salarios de su condición, cargando los barcos bananeros de la United Fruit Company.

Son algunas razones que fundan la corrupción e impunidad del estado político actual en Guatemala. Continuará.

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