Por Denis Aguilar
daguilar@lahora.com.gt

El Centro Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) presentó hoy un estudio sobre perspectivas económicas para 2019, en el que señalan que en 2016, el salario mínimo real era de un 84 por ciento del poder adquisitivo de lo que fue en 2002. Además, indicaron que pese a la desaceleración económica, las remesas siguen siendo un respiro para la economía del país.

En el estudio, el CIEN indicó que para 2016, el salario mínimo en el área urbana o metropolitana, representó un 84 por ciento de lo que este era en el 2002 en cuanto a ingresos reales, señalando que hoy en día la estructura económica del país no permite mayores ingresos para los guatemaltecos.

David Casasola, investigador del CIEN, indicó que, descontando los efectos de la inflación, los ingresos de la población se redujeron, pues en el 002 los ingresos reales promedio de un asalariado eran Q3 mil 264, mientras que en el 2016 fueron Q2 mil 750.

“Hoy en día, comparado a los ingresos del 2002, el ingreso de los trabajadores en el área urbana-metropolitana son un 84.3 por ciento del poder adquisitivo que había en el 2002”, dijo Casasola. “Se han contraído los ingresos en términos reales que ha tenido la población”, agregó.

REMESAS, UN RESPIRO PARA LA ECONOMÍA

Casasola explicó que las remesas han sido el único indicador macroeconómico que ha registrado un crecimiento positivo de dos dígitos, lo que contrasta con el crecimiento insuficiente de la economía nacional de los últimos años.

“Este es un elemento que quizás, sin duda hoy en un día es el principal respiro de la economía. Es el único indicador macroeconómico que crece a tasas de dos dígitos”, dijo Casasola, quien indicó que ningún otro indicador ha tenido ese tipo de crecimiento.

Casasola enfatizó en que cualquier otro indicador, como el índice de actividad económica, tiene tasas de crecimiento que son menores al 6 por ciento. Asimismo, mencionó que el precio internacional del petróleo es otro de los aspectos que ha dado respiro a la economía.

NO SON LA SOLUCIÓN DE FONDO

Asimismo, el experto mencionó que aunque las remesas significan un importante aporte a la economía, no son la solución para los retos que estas enfrentan.

“Hoy en día las remesas crecen a dos dígitos y aunque se agradecen, hay que reconocer que no son la solución de fondo, porque al final las remesas y el precio internacional del petróleo no son elementos que estén bajo el nuestro control”, explicó Casasola.

Sin embargo, aseguró que así como ahora las remesas significan vientos favorables para la economía nacional, en cualquier momento pueden significar lo contrario.

Según datos del Banco de Guatemala (Banguat), hasta el 22 de noviembre el crecimiento de las remesas se ubica en un 12.5 por ciento, con ingresos totales por 8 mil 235.9 millones de dólares, superando la cifra del 2017 que fue de 8 mil 192.2 millones dólares.

Las estimaciones del Banguat, 2018 podría cerrar con 9 mil 052.4 millones de dólares de ingresos por remesas.

El CIEN prevé que para 2019 se tenga un crecimiento levemente mayor al del 2018, que según los pronósticos del Banguat será del 3 por ciento.

Artículo anteriorBanco Mundial tiene seis recomendaciones por tragedia del Volcán de Fuego
Artículo siguienteEE.UU. invierte US$2.2 millones para empoderar a mujeres