Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
En nuestro mundo, donde las comunicaciones nos permiten todos los días que más del 80% de la población nos veamos los unos a los otros, no importando el continente en el que vivamos, participamos, escuchamos, también nos permite decir a diario el concepto “Gracias a Dios”.
¿Podemos acaso vivir los unos con los otros y no decir Gracias a Dios?
El despertar, no importa donde sea, hace que nuestra relación y que nuestra comunicación constantemente, sea de los niños, de los adolescentes, de los adultos y de la ciudadanía en general, esté motivada por un Gracias a Dios, gracias por la vida, gracias por la comunicación propiamente.
Qué positivo es despertar con el olor a una buena taza de café, con un buen olor a pan caliente, a frijoles con los que disfrutamos constantemente los centroamericanos.
Tantas empresas han desarrollado una cultura de almorzar en grupo en donde no solo compartimos los alimentos sino compartimos todo lo que nos rodea.
Entre más viejos somos más compartimos, entre más compartimos más disfrutamos y esto también trae consigo enormes implicaciones sociales, económicas y técnicas.
Una tortilla con frijoles, una tortilla con sal conlleva el decir Gracias a Dios, no importando la riqueza que la persona tiene.
Pero si eso fuera poco, ahora se ha institucionalizado el día de Gracias a Dios en el que compartimos con pavo, al que se le agrega una cierta cantidad de alimentos complementarios.
Esperemos que los hijos, los nietos y los abuelos comprendamos que la cultura de compartir y dar Gracias a Dios, es sumamente importante para cada persona y que así como hay días negativos también hay días a nivel mundial de forma positiva y de agradecimiento.
La sociedad política debe de esforzarse por compartir lo material y proyectarse en lo político y en lo social.
Que todo el mundo pueda compartir una taza de café es algo que nos demuestra que el futuro de la sociedad radica en buscar dar Gracias a Dios.
La base de los partidos políticos en el mundo es sin duda alguna el desarrollo social: en el norte, en el sur, en la capacidad de aceptarnos los unos a los otros.
El presidente Trump, quien espera y debe de esperar el presente y el futuro del mundo, es también quien debe de saber que inicia el invierno pero el invierno siempre es menos y que se debe pensar e impulsar la igualdad.
Los que están en el sur saben que el sur necesita más cultura, más esfuerzo. Entre más clase social media exista en Chile, Brasil, Bolivia, etc., más grandes seremos como cultura, porque todo el mundo dependemos de la reducción de la pobreza.
Repetir y reiterar que la riqueza debe reducirse, que la comunicación social debe de aumentarse, que todo el mundo debe convertirse en un verdadero ser humano, es una tarea que no le pertenece a ningún gobierno. Todos debemos saber compartir para que haya mejor educación, mejores ingresos y mejores condiciones para la población en general.
El Día de Acción de Gracias, que fue creado en Estados Unidos, permitió que se pudiera compartir los alimentos entre indígenas, entre europeos y entre personas de cualquier nacionalidad y nos permite establecer, saber que Dios es el mejor político del mundo.
¡Guatemala es primero!