Claudia Escobar

claudiaescobarm@alumni.harvard.edu

Es juez guatemalteca, reconocida internacionalmente por su labor en contra de la corrupción. Recibió el reconocimiento “Democracy Award”. Escobar ha sido fellowen la Universidad de Harvard y Georgetown University.  Doctora en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona; Abogada por la Universidad Francisco Marroquín. También tiene estudios en ciencias políticas de Louisiana State University

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Claudia Escobar
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Hace cien años en el marco de la Primera Guerra Mundial, los Aliados y el imperio alemán suscribían un tratado conocido como el Armisticio, el cual sentaba las bases para poner fin a una guerra que causó enorme sufrimiento y destrucción.

Para conmemorar dicho acontecimiento el presidente francés Emmanuel Macron reunió en París a más de ochenta jefes de Estado y promovió una actividad sui generis -Paris Peace Forum- para promover, a través de la cooperación internacional, la búsqueda de soluciones a problemas que afectan a muchas regiones y que superan las fronteras nacionales.

El Foro se centró en cinco ejes temáticos: la paz y la seguridad, el medio ambiente, el desarrollo, la economía inclusiva y las nuevas tecnologías. Además, generó una oportunidad de encuentro entre distintos actores para promover la paz mundial. Durante tres días se encontraron en un mismo espacio funcionarios de Estado, de organizaciones internacionales y gobiernos locales, así como ONG y fundaciones, empresas, expertos, periodistas, sindicatos, grupos religiosos y ciudadanos comprometidos con la construcción de la paz en el mundo.

Quienes participamos en dicho evento tuvimos el privilegio de compartir con personas que contagian entusiasmo por el trabajo que realizan y también con personalidades que han contribuido a cambiar sus realidades: como la empresaria tunecina Ouided Bouchamaoui, quien lideró una de las cuatro organizaciones que conforman el “Cuarteto del Diálogo Nacional Tunecino”, iniciativa que facilitó la transición democrática de su país durante la primavera árabe y que en 2015 fue reconocida con el premio Nobel de la Paz. Hoy Túnez se diferencia de sus vecinos por ser una sociedad más democrática, en donde los habitantes gozan de más libertad y mayor desarrollo económico.

También coincidimos con mujeres ejemplares: Mary Robinson, primera mujer que ocupó la presidencia de Irlanda, Gabriela Ramos, directora de la OECD o Elisabeth Nyamayaro de ONU Mujeres, entre otras. Ellas promueven la equidad de género; abogan para que las estructuras evolucionen; recuerdan que debemos evitar reproducir modelos y reconocen que los hombres deben involucrarse más en los cambios que permitan más inclusión.

Personalmente me emocionó asistir al conversatorio con el juez de la Corte Suprema de Estados Unidos Stephen Breyer, quien puntualizó que la Constitución no otorga a los mandatarios un cheque en blanco, y que en el análisis de casos, la ideología no debe tomar parte de la resolución judicial.

Los diversos proyectos presentados en el Foro por organizaciones de sociedad civil, sobresalen por su innovación. Además, demuestran que todavía hay un impulso para el multilateralismo. Entre ellos destaca una propuesta de Gobernanza Global presentada por tres expertos internacionales, Arthur Dahl, Maja Groff y Augusto López-Claros, quienes proponen cambios profundos a la carta de Naciones Unidas para que se convierta en un órgano más eficiente ante los desafíos globales y pueda garantizar una paz duradera.

Cien años después de la Primera Guerra Mundial, el Foro de la Paz de París es un llamado a involucrarnos en la búsqueda constante de soluciones para los problemas que aquejan a nuestras sociedades. Se requiere de un esfuerzo conjunto para realizar un diálogo abierto y respetuoso, entre todas las partes interesadas.

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