Juan Francisco Reyes López
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Esa acción inadecuada y agresiva es típica de “Cayo Castillo”; sin embargo, nos ponía a todos los presentes en la obligación de oír, consentir y callar, lo cual para mí en lo personal era imposible.
Al terminar la sesión le manifesté a “Cayo”: esta es la “Asociación de Amigos del País” y por respeto y cariño a Efraín Ríos Montt, que está ausente, no lo puedo permitir, pido que en las sesiones no te expreses de la forma que lo has hecho, fuera de ellas eres libre de hacerlo según tu criterio.
“Cayo” volvió a exaltarse y a decirme si quieres nos pegamos como hombres, pero yo voy a hacer y a decir lo que yo quiera, como lo debo de hacer y según mi criterio.
Le dije: tú te quedas como director, yo me voy como asesor, en cuanto a actuar como “gallos de pelea” soy tan joven y tan fuerte como tú y así puedo proceder.
El tiempo no se detiene y a los pocos años el presidente Serrano nombró a “Cayo” Ministro de Cultura y Deportes, lo que lo obligó a presentarse ante la Comisión de Finanzas del Congreso de la República y defender, así como justificar, su propuesta de presupuesto; para ese entonces, yo también ya era diputado y miembro de la Comisión de Finanzas.
El duro y agresivo Presidente de la Comisión, Obdulio Chinchilla Vega interrogó, casi interpeló a “Cayo” en el Congreso. Yo, pudiéndome haber quedado callado, intervine ante la actitud de Obdulio Chinchilla manifestando que el presupuesto presentado por “Cayo” me parecía factible, por lo que Obdulio y otros diputados tuvieron que enfrentar el emplazamiento.
Al terminar la sesión, “Cayo” se me acercó y me manifestó que no esperaba esa actitud de mi parte y que me agradecía pues se recordaba del proceder que él había tenido en la Asociación de Amigos del País con respecto al jefe de gobierno Efraín Ríos Montt.
En Guatemala, en el sector privado y en el sector público la vida da vueltas y “Cayo” Castillo ha continuado siendo un líder ejemplar, gracias a sus acciones inició la obra social del IRTRA que es un ejemplo latinoamericano, empresarialmente hablando, al servicio de los miles de trabajadores y sus familias, para su recreación en Centroamérica y América Latina.
“Cayo” Castillo ha contado también con el merecido apoyo al desarrollar el Intecap, y también ha sabido proyectarse para que los gobiernos y las cámaras lo incluyan en la integración de sus Juntas Directivas.
Que el Banco Industrial y su dirigencia lo haya homenajeado al izar el pabellón nacional, es solo otro mérito, aunque a veces el diploma sea un poquito grande.
Que el Presidente de la República lo escuche es algo también merecido.
Lástima que pronto nos encontraremos ante una nueva elección general y que ella empezará a generar enfrentamientos naturales entre derechas e izquierdas.
“Cayo” con su experiencia, méritos y edad será alguien que debe ser considerado por sus objetivos, no por su carácter.
Y qué bueno que en un canal de televisión, una connotada periodista extranjera nos esté llevando a pensar y a reflexionar lo cual no debe de sorprendernos ni asustarnos porque nadie es profeta en su tierra.
¡Guatemala es primero!