POR REDACCIÓN LA HORA
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Kamilo Rivera tuvo formación policial, perteneció al Comando Antisecuestros del Ministerio de Gobernación (Mingob), años después estuvo en la Dirección de Investigaciones Criminalísticas (Dicri) del Ministerio Público y hasta el lunes pasado fungía como viceministro de Seguridad. Rivera tiene una orden de captura por ejecución extrajudicial y, según las autoridades está prófugo de la justicia, pero ¿quién es este personaje y qué relevancia tuvo durante la gestión del ministro de Gobernación Enrique Degenhart y el presidente Jimmy Morales?

Además, surgen dudas sobre su renuncia, aunque el funcionario dimitió, la carta presentada a los medios de comunicación tiene algunos elementos que llaman la atención como la firma plasmada sobre el nombre y cargo del exviceministro, así como el uso de un sello de su despacho, a pesar que el documento se conoció cuando supuestamente él ya no se había apersonado a su oficina; luego el Gobierno aseguró que lo había removido.

Por último, no hay que dejar de lado que el extitular del Viceministerio de Seguridad, pasó por varias unidades relacionadas al combate de la delincuencia organizada, su hermano ya enfrentó un proceso penal similar al cual es vinculado ahora, entre otros detalles, y podría resultar en un personaje clave dentro de las investigaciones actuales. Tras estas interrogantes surge también la duda sobre si Rivera se encuentra prófugo o ¿cuál es su paradero?

Rivera inició como agente policial y estuvo en el Comando Antisecuestros del Mingob. Laboró en esa unidad junto a Nery Ramos, exdirector de la institución policial; Rony Espinoza, exdirector adjunto; Stu Velasco, exsubdirector de Investigación Criminal; su hermano Edwin Emmanuel Rivera, quien fue detenido en el año 2010 por el delito de ejecución extrajudicial en el Caso La Cueva; permaneció tres años en prisión, pero fue absuelto.

El exviceministro dejó la institución policial para ingresar al MP, por ello asumió el 4 de diciembre de 2014 como director de la Dicri y dejó de laborar el 28 de diciembre de 2015.

Según la Unidad de Acceso a la Información Pública del MP, el retiro de Rivera de esa institución fue por “renuncia”.

ASUME COMO VICEMINISTRO

El 26 de enero de este año asumió como viceministro de Seguridad, Kamilo Rivera, junto a Enrique Degenhart, actual ministro de Gobernación.

Rivera y Degenhart han sido cuestionados en su gestión, debido a que en febrero de este año removieron a la excúpula de la PNC, integrada por sus excompañeros del Comando Antisecuestros: Ramos, Espinoza y Velasco, quienes fueron reconocidos por su labor en el fortalecimiento e institucionalidad de la Policía, aunado a la reducción de delitos contra la vida.

En tanto, Rivera y Degenhart también fueron señalados por desarticular a la PNC, remover a policías profesionales y debilitar la institucionalidad al otorgar 320 ascensos irregulares, sin respetar lo que demanda la Ley de la Policía.

En junio, Rivera dispuso usar la reserva financiera que estaba destinada para un proyecto de dignificación salarial para los trabajadores policiales, en el cual se pretendía incrementar a Q200 un bono de antigüedad y adherir otro bono de Q1,800 a su salario.

El proyecto respondía a la reforma al Acuerdo Gubernativo 718-98, que fue una propuesta impulsada por el exministro de Gobernación, Francisco Rivas y el exdirector de la PNC, Nery Ramos.

Por otro lado, en agosto de este año, se filtró el audio de una conversación entre Rivera y el diputado Rodolfo Castañón, donde el exfuncionario de Gobernación reconoció que habría una convocatoria ad hoc para que exmiembros del Ejército fueran incorporados a la Policía.

PRETENDE CONTROLAR ALLANAMIENTOS

Luego de que Rivera asumiera como Viceministro, cambió las disposiciones para acompañar los allanamientos de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) y la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG).

Antes, las diligencias se coordinaban a través de la Subdirección General de Análisis e Información Antinarcótica (SGAIA) de la PNC, pero cuando asumió Rivera pidió que dicha coordinación pasara antes por él.

En agosto de este año, Juan Francisco Sandoval, jefe de la FECI, denunció la falta de apoyo de la PNC en allanamientos por el Caso Construcción y Corrupción Fase II.

Sandoval agregó que a ese hecho se sumó el del 7 de febrero, donde fueron anunciados los allanamientos. El 11 de abril solicitaron apoyo y hubo fuga de información, entre otras acciones similares.

“GESTIÓN NEFASTA”

Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), opinó que la gestión de Rivera ha sido nefasta por las acciones que emprendió para debilitar a la PNC y por su intención de incorporar a miembros de las fuerzas castrenses a una institución civil.

“Creo que su gestión fue no solo para destruir la PNC y a sus colegas en algún momento, sino para romper la carrera policial con la finalidad de tener el mando del Ministerio de Gobernación sin que hubiera un mando policial. También, complacer la corriente presidencial para favorecer al Ejército en todo momento y de estar a su servicio”, indicó la entrevistada.

De León resumió que la administración de Rivera fue cuestionable por lo que hizo: “Su gestión fue nefasta, porque prácticamente desconfiguró la institucionalidad de la PNC en los meses que estuvo”.

La Hora se comunicó con Rivera, pero su teléfono estaba apagado.

PRÓFUGO

Rivera está prófugo desde el 29 de octubre, tras enterarse que tenía una orden de captura por el delito de ejecución extrajudicial.

Por la mañana el exviceministro habló con algunos periodistas e indicó que desconocía que tuviera una orden de detención.

Tras una conferencia de prensa realizada por Juan Francisco Sandoval, fiscal de la FECI, se develó que Rivera y siete personas más estarían implicadas en un caso de ejecuciones extrajudiciales y torturas que data de 2004 a 2007.

Según la CICIG y el MP, existen siete nuevos hechos cometidos por una estructura dedicada a la ejecución extrajudicial en ese periodo de tiempo.

El Ministerio de Gobernación a través de su cuenta de Twitter, instó a Rivera a dilucidar su situación jurídica y el ministro Degenhart dijo que la última vez que mantuvieron comunicación con él fue el sábado -27 de octubre-.

El 31 de octubre, Rivera presentó su renuncia y argumentó que “por razones de fuerza mayor, por recomendaciones médicas personalísimas, de carácter privativo”, se le imposibilitaba seguir en el cargo.

El 2 de noviembre, el Mingob emitió otro comunicado, donde indicó que “había removido del cargo” a Rivera y que se encontraba en proceso de análisis de los candidatos al puesto.

¿QUÉ PASÓ EL LUNES 29 DE OCTUBRE?

El fiscal de la FECI dijo en conferencia de prensa que se conoció que Rivera salió de su domicilio alrededor de las cuatro de la mañana, hora en que no podían ingresar al inmueble.
Luego se obtuvo información que Rivera se trasladó a las instalaciones del Ministerio de Gobernación y por el alto cargo que ostentaba contaba con seguridad de la Policía Nacional Civil (PNC).
“Desde tempranas horas de la mañana se realizaron coordinaciones con las altas autoridades policiales, porque al ser policías quienes los estaban custodiando, ellos podrían encargarse de efectuar una captura, porque era una orden de una judicatura al Director general de la PNC”, señaló Sandoval.
La información que se les transmitió es que el exviceministro salió en vehículo particular sin custodia policial. Según el Fiscal, se harán las determinaciones que correspondan para verificar si hay responsabilidad por no haber hecho efectiva la captura.

“No sospecho tanto de fuga de información, eso una investigación lo podría establecer, el tema es que habría que determinar qué responsabilidad tienen personas que están custodiando a una autoridad y que posteriormente indican que no tienen información de la persona que están custodiando, es una situación que parece extraña”, dijo Sandoval.

De acuerdo con el Fiscal de la FECI, si el estudio permite determinar alguna responsabilidad, “se tendrá que proceder como corresponda, bien sea por revelación de información, por obstaculización de la acción penal o la figura que corresponda”.

CULTURA DE IMPUNIDAD

Para el analista Edgar Celada, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, Ipnusac, las inconsistencias en la carta de renuncia de Rivera y su fuga solo demuestran la cultura de impunidad aún existente en el país, y considera que el exfuncionario podría esperar hasta la salida de CICIG para reaparecer, como otros prófugos, quienes desean un retorno de la “normalidad” para enfrentar a la justicia.

“Si él no tuviese preocupación de los hechos que señala el Ministerio Público se habría presentado -ante la justicia-, pero al escapar, al huir se pone en evidencia. Hay una práctica, una cultura donde se privilegia la ilegalidad y la impunidad, si firmó de un modo u otro, si los guardaespaldas lo dejaron ir o si le avisaron de adentro del Mingob, todo lo que puede establecerse del porqué no fue detenido confirman que hay esa conducta de impunidad”, comentó.

Celada mencionó en cuanto a la fuga de Rivera que “en Guatemala todo es posible”, pero que no se atrevería a afirmar extremos y esperaría que no fuera así para que enfrente a la justicia, además, considera que el exviceministro podría estar a la expectativa de la salida de CICIG del país.
“Todos los esfuerzos para sacar a CICIG, dañar las instituciones de seguridad y justicia mediante el presupuesto es parte de ese propósito de restablecer el clima de impunidad y personajes como este y otros que andan prófugos están esperando que se restablezca la normalidad para poder regresar”, puntualizó.

Martínez-Amador: «Rivera no se fugó sin complicidad del gobierno»

Mientras que el investigador y experto en asuntos relacionados a la seguridad, David Martínez-Amador, explicó que la fuga de Rivera no pudo realizarse sin complicidad y, además, resaltó la importancia que puede llegar a representar el exfuncionario para diversos intereses.

“Kamilo Rivera no pudo haberse fugado sin la complicidad del gobierno. En su calidad de Viceministro de Gobernación tiene asignada una escolta (o grupo de seguridad) que convenientemente se retiró el día de su fuga. Su vivienda que debía haber estado vigilada, no lo estuvo en razón que salió con toda facilidad horas del antes del operativo. Ese detalle también es importante, sale a las 4:00 am, hora en la que no puede hacerse un operativo de allanamiento de morada o detención judicial”, explicó.

El profesor universitario y columnista de prensa, miembro de la Red de Investigadores por la Paz y la Democracia, Insumisos, con sede en México, también hace énfasis en cómo se dio la dimisión de Rivera.

“El segundo día de su fuga, nadie en el Ejecutivo parece estar preocupado por el hecho que la persona más importante en Gobernación (luego del mismo ministro) está desaparecida. Es más, el Ministro del Interior sale del país, y el segundo a cargo que coordina los operativos especiales y reacciones ante situaciones concretas está prófugo. La persona designada temporalmente para el puesto en esos días no tenía la posibilidad de operar. Kamilo Rivera envía una carta, que se hace pública vía los medios al Presidente de la República. La orden de captura internacional se hace efectiva al segundo día de fuga”, añadió.

Por último, hace referencia a la relevancia que puede llegar a tener Rivera dentro de cualquier proceso penal. “Todo esto tiene sentido, si Kamilo Rivera es detenido, no le queda otra más que, o convertirse en colaborador eficaz (lo cual pondría nervioso a la actual administración) o, rezar por su vida todos los días mientras esté detenido: su importancia es doble, tanto el caso relacionado a las ejecuciones extrajudiciales que se le imputan así como el conocimiento directo sobre la colusión con el crimen organizado que actualmente toma lugar en los aparatos de seguridad”, puntualizó.

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