POR MATTHEW LEE/AP
WASHINGTON

Estados Unidos volverá a imponer todas las sanciones contra Irán que había levantado a raíz del acuerdo nuclear internacional firmado con ese país en 2015, se informó hoy.

Las sanciones abarcan los sectores de carga, finanzas y energía. Es la segunda ronda de sanciones aplicada desde que el presidente Donald Trump anunció en mayo que Estados Unidos se retiraría del pacto.

Las sanciones, que estarán vigentes a partir del lunes próximo, castigarán a todo país que importe petróleo iraní y a toda empresa que haga negocios con entidades iraníes señaladas como el banco central de Irán, ciertas instituciones financieras privadas e instalaciones portuarias.

Ocho países han recibido exenciones y sí podrán seguir importando petróleo iraní, sin ser objeto de sanciones estadounidenses. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y el secretario del Tesoro Stephen Mnuchin hicieron el anuncio hoy.

Pompeo dijo que las sanciones buscan «alterar de manera fundamental la conducta de la República Islámica de Irán». Publicó una lista de 12 demandas que Irán debe cumplir para que las sanciones sean derogadas, entre ellas que Irán deje de apoyar el terrorismo, cese su intervención militar en Siria y ponga fin definitivo a sus programas nucleares y de misiles.

«Presión máxima significa presión máxima», declaró.

Pompeo dijo que ocho naciones recibirán exenciones temporales que les permitirán seguir importando productos petroleros iraníes, siempre y cuando tarde o temprano cesen esa actividad por completo. Tales países han realizado gestiones para poner fin a esas importaciones, pero no pudieron cumplir la tarea a tiempo, dijo.
Fuentes oficiales dijeron que entre esos ocho países hay aliados de Estados Unidos, como Italia, India, Japón y Corea del Sur.

Mnuchin dijo que 700 compañías e individuos iraníes serán castigados con las nuevas sanciones.

Los legisladores más intransigentes en el Congreso estadounidense probablemente estarán decepcionados por las sanciones, pues preferían cero exenciones y la desvinculación de Irán del sistema financiero internacional, conocido como SWIFT.

Mnuchin defendió la decisión de permitir que algunos bancos iraníes sigan vinculados al SWIFT, afirmando que se le había advertido a la firma de Bélgica que sería penalizada si las entidades iraníes sancionadas usan ese sistema.

Tanto Pompeo como Mnuchin enfatizaron que habrá excepciones a las sanciones para casos humanitarios.

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