Por Margarita Girón
jgiron@lahora.com.gt

Aracely Chojolán representa a 12 mujeres quetzaltecas que trabajan en la fabricación de chocolate artesanal en Quetzaltenango. Siendo una herencia ancestral de la madre de Chojolán, el chocolate Aroma de Luna Quetzalteca, guarda la historia de un negocio familiar que actualmente busca crear oportunidades de trabajo para madres solteras, víctimas de violencia intrafamiliar, viudas y mujeres mayores que a diario trabajan en la producción de esta bebida tradicional guatemalteca.

En una entrevista para La Hora Voz del Migrante, Aracely compartió su historia y los retos que enfrentan como emprendedoras guatemaltecas que buscan no solo salir adelante, sino contribuir con la herencia cultural de Guatemala.

Aracely recordó que conocía el proceso de fabricación del chocolate gracias a que su progenitora lo elaboró y comercializó por más de 70 años ese producto, pero fue hasta 2013 que gracias a un proyecto comunitario, Chojolán heredó a su hija el conocimiento y el emprendimiento se formalizó, transformándose en Aroma de Luna Quetzalteca.

EL PROCESO DE CREACIÓN
Luego de la recolección del cacao, mujeres quetzaltecas entre 70 y 75 años trabajan en el proceso de tostado y pelado del producto; labor que realizan de forma artesanal. El siguiente paso es moler el producto y agregar los ingredientes y sabores que con el tiempo han dado un toque diferente al chocolate clásico que se consume regularmente en el país, en este paso, Aracely da el toque final al producto que luego es empacado tradicionalmente en papel para la preservación de su aroma y sabor.

“Para mí el chocolate significa tradición, mi tierra, compartir el sabor de mi Guatemala y amar lo nuestro”, señaló la entrevistada.

FALTA DE APOYO INCREMENTA LA INTENCIÓN DE MIGRAR
Aunque el emprendimiento ha dado la oportunidad a Chojolán de crear una fuente de ingresos para las mujeres que integran Aroma de Luna Quetzalteca, la falta de apoyo, la ausencia de oportunidades y la poca inversión en educación frena el desarrollo de las comunidades en el interior de la República, que al verse sin salida prefieren buscar esas oportunidades en otros países, comentó.
“Podría decir que actualmente con la situación que se vive en el país ¿quién no quisiera migrar?, si uno crea un emprendimiento es porque tiene las posibilidades económicas y porque la necesidad nos hace ver de qué manera podemos subsistir y ayudar a otras mujeres a llevar el pan diario a su casa”, dijo Chojolán.

La quetzalteca señaló que el efecto que la migración produce en las comunidades es la desintegración familiar. Además, recalcó que en su comunidad pueden ver cómo el fenómeno ha afectado a mujeres que tienen que salir adelante solas cuando su compañero de vida decide migrar.

“A través de nuestro proyecto buscamos contrarrestar este efecto y crear ese desarrollo para que viudas y madres solteras puedan crear en sus hijos oportunidades aquí en Guatemala y puedan acompañarlos en su proceso de formación con horarios flexibles que les permitan esa unión que es tan importante para los guatemaltecos”, resaltó la entrevistada.

Chojolán dijo que para salir adelante, tienen lo más importante, que es la mano de obra y las ganas de trabajar, por lo que la creación de espacios y oportunidades es importante para que estos emprendimientos puedan sobrevivir y continuar como fuente de empleo para las mujeres de su comunidad.

Actualmente, el chocolate de Aroma de Luna Quetzalteca cuenta con variedades, como almendra, canela, chocolate amargo, saborizado con licor y dietético. El producto se comercializa en ferias artesanales, Antigua Guatemala y puede encontrarlo en redes sociales como chocolatearomadeluna.

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