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Por RAF CASERT, LORNE COOK y JILL LAWLESS
LUXEMBURGO
Agencia AP

Apenas a dos días de una cumbre antes considerada el momento en el que Gran Bretaña y la UE tendrían que alcanzar un acuerdo para la separación, ambas partes siguen renuentes a ceder sobre la cuestión irlandesa.

Una serie de reuniones diplomáticas el fin de semana habían generado esperanzas de un acuerdo entre las partes. Pero fueron frustradas por el asunto que ha varado las conversaciones durante meses: cómo asegurarse de que no se cree una frontera dura entre la República de Irlanda _ miembro de la UE _ e Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, una vez ocurra el Brexit el 29 de marzo.

La UE ha propuesto como solución un “backstop”, o barrera, que mantendría a Irlanda del Norte dentro de una unión aduanera para evitar una frontera dura entre ésta e Irlanda. Pero la primera ministra británica Theresa May sostiene que crearía “una frontera en el mar de Irlanda” y no lo acepta.

Gran Bretaña propone mantener a todo el Reino Unido en una unión aduanera con la UE, pero en forma temporaria.

“Tengo que poder mirar al pueblo británico a la cara y decirles que este ‘backstop’ es una solución temporaria”, dijo May ante la Cámara de los Comunes hoy.

May dijo que “la forma del acuerdo” está clara en la mayoría de las áreas, y que la disputa fronteriza no debe “descarrilar las perspectivas de un buen acuerdo y dejarnos con el desenlace sin acuerdo que nadie quiere”.

La UE ha propuesto que Irlanda se mantenga en una unión aduanera con el bloque paras evitar esa frontera dura. Pero existen temores de que esa frontera reviva tensiones entre la comunidad católica norirlandesa y la comunidad protestante probritánica. Antes del acuerdo de paz de 1998, más de 3.700 personas murieron en 30 años de violencia entre los dos grupos y Gran Bretaña.

Londres dice que solo aceptará ese plan si es temporario y no separa a Irlanda del Norte del resto del Reino Unido en materia aduanera.

Por su parte, el ministro del Exterior irlandés Simon Coveney dijo que se sentía “frustrado” por la demora, y que aparte de Gran Bretaña, Irlanda es el país más perjudicado por el Brexit. Insinuó que May violaba en parte el compromiso que hizo Londres en diciembre de garantizar que no habría una frontera dura en la isla de Irlanda.

El backstop “no puede tener límite de tiempo”, afirmó.

El impasse fronterizo significa que es casi imposible que los gobernantes de la UE lleguen a un acuerdo en la cumbre que comienza el miércoles. Los parlamentos británico y de la UE deben aprobar el acuerdo al que se llegue, un proceso que podría tomar varios meses.

La canciller alemana Angela Merkel, tal vez la voz más influyente en la UE, dijo hoy que el bloque quiere que Gran Bretaña salga ordenadamente, “pero no a cualquier precio”.

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