Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo
A raíz de la Primera Guerra Mundial y como consecuencia de ese terrible evento bélico, la mayoría de países victoriosos decidieron crear una instancia que llamaron la Liga de las Naciones.
En dicho lugar, fundado en Estados Unidos se creó este sistema de reuniones con el deseo de discutir los principales problemas mundiales y resolver, de forma pacífica e inteligente, la temática que los mismos llevaran.
Paulatinamente el procedimiento evolucionó y actualmente es integrado por casi todas las naciones del mundo, tiene una secretaria general, un consejo de seguridad y una serie de condiciones que han permitido reunirse tanto a hombres como mujeres destacados, así como por burócratas que hábilmente se han ubicado en la mayoría de los casos en Nueva York y en Austria.
Actualmente, la convención de Naciones Unidas se está reuniendo en Nueva York y le corresponde el uso de la palabra a los presidentes y vicepresidentes, primeros ministros y/o ministros de Relaciones Exteriores a quienes se les otorga el uso de la palabra, según el turno que procede y les corresponde.
En el gobierno que presidió Alfonso Portillo y el suscrito como vicepresidente tuve el honor de utilizar la palabra ante la asamblea general durante algunos minutos.
Como era de esperarse en esta asamblea utilizaría la palabra el presidente Jimmy Morales, representante y presidente constitucional de Guatemala, lapso en el que el vicepresidente en funciones ha ejercido la Presidencia de la República de nuestro país.
Como era de esperarse, el mensaje del presidente Jimmy Morales contuvo varios aspectos, resaltando en el mismo la legítima decisión que ya no se renovará el mandato entre Guatemala y la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, por lo que a partir del año entrante dejará de tener vigencia dicho documento.
También en el mensaje del Presidente ha solicitado la sustitución del actual comisionado, hecho que no le deja alternativa al secretario de Naciones Unidas por cuanto una cosa es ser secretario y otra es no respetar la decisión de derecho internacional que Guatemala ha tomado.
Guatemala, a través del Presidente, ha reiterado su respeto por Naciones Unidas, pero también su vocación soberana como en toda decisión, no importando el tamaño del país; en el mundo siempre hay ciudadanos a favor y ciudadanos en contra y eso no tiene por qué extrañarnos en Guatemala, donde la polarización social, política y económica es el pan nuestro que se vive y se respira.
Este último año de gobierno sin duda alguna tendrá en Guatemala diferentes opiniones y ello significa que debemos estar preparados para tocar y para bailar el son de la democracia que nos llevará a una nueva elección del Organismo Legislativo, presidente y vicepresidente, lo cual, con las vicisitudes correspondientes, es lo que se espera en una democracia.
El Organismo Legislativo será, como lo ha sido en otros eventos electorales, una división de partidos y una división de poder.
Guatemala escogió en su Constitución elegir un binomio presidencial y el Organismo Ejecutivo hizo un binomio con las normas y características que hacen a los dos frentes, ejemplo claro de ello hemos tenido en Álvaro Colom, Rafael Espada y por supuesto en Sandra Torres; lo mismo esperamos ahora que cuando se elija se tome la decisión del binomio con pantalones y faldas, pero ante todo con la experiencia que da cada persona en lo individual.
¡Guatemala es Primero!